por Los chicos de Varry Brava se despidieron del año pasado anunciando un mini gira muy especial. 6 Noches de Furor se iban a concentrar en el mes de febrero, 6 conciertos que se preparaban con especial dedicación y cariño para agradecer a sus seguidores todo este tiempo y para hacerles bailar hasta no poder más.
La primera de esas noches se celebraría en la sala Apolo 2 de Barcelona, y la siguiente cita tendría lugar en la capital. Una sala La Riviera estaba expectante de reencontrarse con el trío con más pop bailable que nuestras piernas han experimentado. Se llevarían junto a ellos a los Bitches Deejays, que nunca defraudan, y junto a ellos pasaríamos por los clásicos más laureados de los últimos años (incluso de la última década).
Con todo ello, Varry Brava se plantaba sobre el escenario con ganas de pasar (y hacernos pasar) una gran noche. Sería un recorrido a su discografía, desde que en 2014 comenzaran con la publicación de «Arriva», continuando dos años después con «Safari Emocional» y, por último, su gran «Furor». Grandes hits como «Playa», «Fiesta», «Chicas» y «Sonia y Selena» hacían la carta de presentación en este primer tramo de concierto.
A continuación saltaría sobre el escenario otro de los invitados anunciados: Joni de Amatria. Junto a él sobre el escenario resonarían por los altavoces las primeras notas de su archiconocida «Chinches», incrementando la gran fiesta que estaba siendo esa noche.
El ritmo estaba alto, acorde con los ánimos de todos, y Varry Brava no estaban dispuestos a bajarse de ese nivel. Continuaron en este tramo de la noche con temazos como «Calor», «Satánica» y «No Gires», un pop eléctrico tan pegadizo que no deja indiferente a nadie.
Un nuevo invitado, y el último, iba a subirse al escenario junto a Óscar, Aaron y Vicente. Sería el turno para ver a Guille Mostaza, ex componente del fantástico grupo Ellos, que volveríamos a verlo sobre el escenario tras más de tres años por lo menos. La divertida «Lo Dejas o Lo Tomas» fue la elegida.
Todo este baile y ambiente será recordado como una de las seis noches de esta mini gira, podrá ser recordada como la de ese Furor que no paraba de girar y bailar en la pista. La puesta musical ochentera de Varry Brava funciona, sus destellos de pop y juego de luces hacen que plantearse ir a cualquiera de las cuatro noches de Furor que restan sea un acierto de pasar un noche divertida.
