Era Julio de 2016 cuando cruzábamos el puente que une las islas de San Simón y San Antón, reíamos y disfrutábamos del Sinsal en pleno corazón de la Ría de Vigo. Pasado el medio día el escenario de la Illa de San Antón era ocupada por un chico con una perenne sonrisa y una gorra que le protegía del sol, en ese momento pocos de nosotros sabíamos que nos encontrábamos ante una de las mayores promesas del neofolk al otro lado del Atlántico o no… Y escribimos ese «o no» porque Ryley Walker sí era una promesa dentro del folk de cuño americano, tres álbumes lo colocaban en esa primera línea y poco a poco Walker pasaba de ser promesa a convertirse en una realidad. O por lo menos todo iba así encaminado hasta mayo de este año cuando veía la luz «Deafman Glance» ese cuarto elepé que lo destinaba en convertirse en un nombre propio pero ¡ey! Esto no es lo mismo de siempre. Para entender a qué se ha debido este cambio y conocer a que suena lo nuevo de Walker hemos podido compartir unas palabras con el estadounidense, un encuentro que a continuación compartimos con vosotros:
Pregunta – La primera vez que te vi en directo recuerdo una guitarra y una gorra roja, ahora cuando me he puesto «Deafman Glance» esa guitarra ha desaparecido y en su lugar hemos encontrado una eléctrica y muchos pianos que nos acercan a escalas más propias del jazz ¿Qué queda de aquel Ryley Walker que se subía al escenario del Sinsal?
Respuesta – Desde aquel momento la vida no ha dejado de avanzar así que sí podríamos decir que ha habido multitud de cambios.
P. – Supongo entonces que lo mejor de Ryley Walker siempre está por llegar pero ¿hacia donde se dirige en camino?
R. – Pues no tengo ni idea. Ahora mismo no hay nuevas canciones, tampoco hay planes para grabar nada así que no sé. Esto genera una sensación de ilusión y miedo a partes iguales.
P. – Tras escuchar «Deafman Glance» tengo claro que los temas que se han grabado en directo tendrán un propio espacio para la improvisación y que el disco se convierte tan solo en una hoja de ruta ¿cómo es un show de Ryley Walker?
R. – Sí, claro así es. Cuando nos subimos a un escenario todo está abierto a la improvisación, a los giros y al cambio. Es imposible que haya dos conciertos iguales.
P. – He leído que este último trabajo se convirtió en un álbum complicado a la hora de su grabación debido a que las recurrentes giras hacían que llegases agotado a las sesiones de grabación ¿Cómo discurrió el proceso de grabación?
R. – Sí, esa situación fue realmente dura. Si algo he aprendido es que no puede volver a suceder.
P. – Como hemos comentado este «Deafman Glance» poco o nada tiene que ver con trabajos anteriores como «Primrose Green» ¿qué feed-back has recibido de aquellas personas que te seguían desde aquellos primeros trabajos más folk?
R. – Pues la verdad es que espero que la mayoría de las personas se encuentren satisfechas con este cambio. Lo que sí te puedo decir es que yo me he esforzado en mostrar mi mejor versión.
P.- Últimamente hemos podido encontrarte abriendo para bandas como Calexico. Está claro que vuestro publico no es el mismo ¿cómo ha sido esta experiencia?
R. – Abrir para Calexico fue genial. Son una banda con un amplio recorrido y que son capaces de mejorar día a día. Sin duda, ha sido increíble.
P.- Hace poco nos sorprendías con versionando a Dave Matthews, concretamente haciendo tuyo aquel «The Lillywhite Sessions» que nunca llegó a ver la luz y se supone el mejor de la carrera de la banda ¿Cómo surge la idea de realizar un tributo tan especial?
R. – Pues la verdad es que nació como una idea absurda, un juego, pero de algún modo poco a poco se tornó en realidad. Sin duda ha sido una experiencia muy divertida.
P.- Muchas gracias por tu tiempo Ryley y encantados de tenerte de nuevo por aquí.
R.- Gracias a vosotros.
Aprovechamos esta entrevista para recordar que Ryley Walker está recorriendo la península presentando su último trabajo.
- 19 de Noviembre, en Barcelona en Sidecar
- 20 de Noviembre, en Madrid en el Intruso Bar
- 21 de Noviembre, en Sevilla en la Sala X
- 22 de Noviembre, en Lisboa en ZDB
- 23 de Noviembre, en Santiago de Compostela en la Sala Riquela
- 24 de Noviembre, en San Sebastián en el Badabada