diciembre 2, 2024

Super Bock Under Fest, música contra los elementos

El pasado fin de semana Vigo vivió la primera edición del Super Bock Under Fest, dos días en los que la música luchó contra los elementos y es que Hugo (que ahora las borrascas tienen nombre propio) hizo de las suyas hasta el punto de obligar a la suspensión de alguno de los conciertos programados.

Y es que una de las apuestas del Super Bock Under Fest era la de llenar las calles de Vigo de música con la iniciativa Concertos na Rúa convirtiendo así dos de las arterias principales de la ciudad en dos escenarios al aire libre, pero las condiciones meteorológicas impidieron que los conciertos ubicados en la Calle Príncipe no pudieron llevarse a cabo. En Hipsterian Circus no podemos hacer otra cosa que aplaudir la idea por parte de la organización, pero debemos recordar a la misma que esto es Galicia, que el Super Bock Under Fest se celebra en marzo y que la climatología tiene la mala costumbre de ser cambiante o incluso no la más adecuada para este estilo de eventos, muy posiblemente, con una mejor planificación estos Concertos na Rúa pueden convertirse en una parte muy muy seductora de este festival de nuevo cuño.

Posiblemente los conciertos más destacados de la primera jornada fuesen los de los argentinos Cápsula que llevaban su propuesta rock a La Iguana Club. Nuestra amiga Vera de Musicfest.pt nos contaba que la propuesta de Cápsula cumple con las premisas de rebeldía y salvajismo propios del rock de los años 70.

Pero el de Cápsula no era el único nombre grande de la noche. Masterclub recibía la presencia de Telefon Tel Aviv y su electrónica experimental. Un concierto que entusiasmó al público fiel a este estilo musical. Nosotros nos planteamos asistir al concierto de los portugueses Toulouse una joven banda que se embarca en esta nueva ola de shoegaze y el dream pop que parece resurgir en Europa. Los lusos llegaban a Vigo para presentar su último trabajo «Yuhng» pero el acceso a Mogambo, unido a las condiciones meteorológicas nos hicieron desistir en nuestro empeño. Decidimos entonces poner fin a nuestra primera jornada del Super Bock Under Fest y es que gran parte de los asistentes al festival trabajan los sábados por la mañana así que asistir a un concierto pasadas las 2 de la mañana se convierte en una imprudencia más aún cuando conocemos ya hemos trazado nuestra ruta para el día siguiente.

Para nosotros la jornada del sábado comenzaba con el concierto de Los Naipes, una formación de veteranos músicos vigueses pertenecientes a otras formaciones en la que se da rienda suelta a su vertiente más blues y rock’n’roll clásico. Muy posiblemente este fue uno de los conciertos que más público congregó en la calle debido, sobre todo, al respiro climatológico que vivimos la tarde del sábado.

Desde la Calle Príncipe no dudamos en trasladarnos al Auditorio Mar de Vigo, donde se llevarían a cabo los conciertos más esperados de este Super Bock Under Fest: los del los británicos Myles Sanko y sobre todo el del portentoso Benjamin Clementine. El primero en salir a escena fue Myles Sanko. Impecable como siempre hizo gala de ese soul tan distinguido con el que nos agasaja cada vez que nos presentamos ante él. Sanko sigue siendo ese maravilloso telepredicador del soul moderno y el amor, un artista capaz de poner en pie un auditorio que poco a poco fue cogiendo color, porque no nos equivoquemos, cuando Sanko subía al escenario mostraba una paupérrima entrada que distaba mucho de la que mostraba al final.

Despedimos a Myles Sanko con un sonrisa y sin salir de Mar de Vigo nos dirigimos al hall de entrada allí se llevaría a cabo el concierto más esperado del festival, el de Benjamin Clementine. Un artista diferente que lo muestra desde el segundo cero cuando te colocas ante un escenario de vacío de músicos pero plagado de maniquís de niños, hombre y mujeres embarazadas.

Pasadas las 21:30 horas, vestidos con monos azules pero descalzos, Benjamin Clementine y sus músicos hacían presencia sobre el escenario ante un hall completamente lleno. Mientras Clementine se sentaba ante su solemne piano de cola sus músicos caminaba en espiral al compás de ‘Farewell Sonara‘, no habían transcurrido más que unos minutos y ya éramos conscientes que nos encontrábamos ante un evento diferente.

Colocarse ante un show de Benjamin Clementine es hacerlo ante una perfomance donde extravagancia y talento se dan la mano para crear situaciones únicas y complejas. Complejas porque Clementine no acepta las medias tintas, exige silencio o coros precisos, es su recital y nosotros, vulgar público, tan solo somos unos invitados… está claro que Benjamin Clementine es igual de talentoso como de irritante y, señores y señoras, es uno de los artistas más talentosos que he visto en los últimos años.

Podría aquí dar buena cuenta del set-list del artista, decir que recorrimos buena parte de «I Tell a Fly» pero que no faltaron temas de su primer y exitoso «At Least for Now» como ‘I Won’t Complain‘, ‘London‘ o ‘Nemesis‘ pero eso no sería el reflejo de lo vivido en el hall del Mar de Vigo. Hay mucho más porque asistir a a un show de Benjamin Clementine es una auténtica experiencia musical y visual cuidada hasta el mínimo detalle, un concierto con el que todos y cada uno de los pecados, tanto veniales como mortales, cometidos por la organización del Super Bock Under Fest han quedado expiados.

Por supuesto con ‘Adios‘, como no podría ser de otra manera, despedía Clementine en su última parada de este tour España que le ha llevado a recorrer Madrid, Murcia y Barcelona antes de recalar en Vigo.

Y hablando de pecados ¿Australian Blonde y Soledad Vélez a la misma hora? ¿Tengo que elegir entre los pioneros del indie estatal o la propuesta de la chilena? Miré al cielo, recordé que Myles Sanko nos pidió que al salir de su concierto fuésemos felices, recordé a Clementine jugando con su piano y sonreí, me puede mis auriculares y decidí caminar bajo la lluvia camino a mi casa porque en ocasiones saber parar a tiempo es un don.

De camino a casa pensaba que según su cartel el Super Bock Under Fest no es uno de los festivales que a priori más llamen mi atención pero sí reconozco su aire fresco dentro de una escena de festivales en el que siempre encontramos los mismos nombres, los mismos sonidos y las mismas caras. El Super Bock Under Fest a apostado por hacer algo novedoso, diferente, es cierto que no todo ha salido bien, que podemos poner algún que otro «pero» pero es una primera edición que se ha hecho por todo lo alto. Ojalá no sea la única, ojalá más gente apostando por nuevos y diferentes sonidos, ojalá más Super Bock Under Fest, ojalá más pianos como los de Benjamin Clementine.

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