Tenemos claro que la música no entiende ni de razas, de religiones o fronteras, por eso el pasado sábado decidimos desplazarnos a la ciudad lusa de Braga para asistir al concierto de una de las referencias del la ola de neo-soul europeo: Myles Sanko.
Sanko nació en Ghana, fruto de una relación entre un francés y una ghanesa, a los 16 años cogió un avión que lo llevó al Reino Unido. Allí comenzó haciendo hip-hop y rap pero fueron los sonidos jazz y soul los que atraparon el alma y marcaron el futuro de este trotamundos de la música. Así la cita en el Theatro Circo de Braga era la cuarta (y última) de una gira que llevó a Myles Sanko a visitar Porto, Lisboa y Agueda, además de la ya mencionada Braga. Un minigira con la que el artista presentaba su último trabajo «Just Being Me«.
Con puntualidad inglesa, como no podía ser de otra manera, a las 21.30 horas el sexteto que acompañaba al cantante tomaba el escenario dejando el centro para él, para Myles Sanko. Sonaba ‘My Inspiration‘, un tema que podríamos encontrar en el segunda trabajode artista «Forever Dreaming» y que nos llevaba a recordar los mejores pasajes de la Motown. Sonrisa, saludo al teatro y las teclas del piano de Edu Bisogno nos envían a ‘Just Being Me‘, tema que da nombre al último trabajo del ghanés. Nos quedaba entonces presente la visita al trabajo debut de Myles Sanko, una visita que llegó con el tercer tema ‘Don’t Let Me Down‘. Tres temas y el viaje a través de la discografía del soulman ya estaba hecho al igual que su hechizo: saludos en portugués, menciones a la (espectacular) banda que le acompañaba esa noche, sonrisas y mucho amor. Sí, Myles Sanko es un dandy de arrolladora personalidad.
Aunque es capaz de llenar un escenario por si mismo no nos debemos, ni tampoco queremos, olvidarnos de los músicos que le acompañan en este viaje musical. Como hemos dicho la teclas son propiedad de Edu Bisogno, a su derecha encontramos al bajo de Jon Mapp uno de los bajistas más respetados dentro del panorama jazz británico. A la batería podemos encontrar a Rick Hudson y la guitarra es para Philip Stevenson mientras que las sección de viento (sí, sí, sección de viento) está compuesta por Sam Ewens y Gareth Lumbers a la trompeta y saxofón respectivamente. Seis excelentes músicos que suenan realmente empastados y que acompañan, sin ningún tipo de estridencia, al instrumento principal: la voz de Myles Sanko. Artista y banda forman un equipo que hace mejor a cada uno de sus componentes.
Cuando te sientas a relatar un concierto de Myles Sanko ves que no se trata de una tarea fácil y eres consciente que es una persona que posee ese intangible que consigue cautivarnos desde la primera nota. Un hombre que nos invita a soñar, que busca aislarnos del mundo exterior para llevarnos a lugares que nos hagan sentir mejor, un artista capaz de crear momentos únicos en espacios tan singulares y bellos como el Theatro Circo de Braga e invitarnos a cantar con él ‘Come on Home‘ creando una atmósfera que no muchos artistas son capaces de crear en estos momentos en los que la música se ha convertido en una objeto de rápido consumo.
Como no podía ser de otra manera, tras más de hora y media de jazz, funk, soul y mucho mucho groove al concierto llegaba a su final, la elegida, como no podía ser de otra manera, fue ‘So Hard to Stop‘ y un teatro puesto en pie para cantar y corear los estribillos del músico pero sobre todo para bailar sin miedos, sin vergüenza y sin ganas de poner fin a un concierto que nos demostraba que el soul no es cosa de señores mayores y que suceda lo que suceda jamás debemos dejar de soñar.