diciembre 3, 2024

Hablamos con Jordi Bel, vocalista de Stay: “Creo que el nuevo material se va a desmarcar de la psicodelia pura y dura”

Cuando empecé a escuchar a Stay, banda de Barcelona, me sorprendió que en nuestras fronteras se consiguiera un sonido tan exquisito que mezclaba la psicodelia con el rock y con los tintes progresivos. Pero más aún me sorprendió la evolución de este conjunto, que ha girado internacionalmente y ha tocado junto a bandas como Beady Eye, que ha terminado por recalar en el britrock de los 90 y las influencias vocales de Teenage Fanclub con Always Here, un EP compuesto por dos temas de su LP del año pasado The Mean Solar Timesacompañados de tres versiones que llevan completamente a su terreno. Hablamos con Jordi, cantante de Stay para que nos dé más información de esto, futuros trabajos y evolución hasta la fecha. Recordemos que tocarán el 17 de noviemrbe en Madrid en la sala Maravillas (entradas aquí), el 18 de noviembre en Guadalajara, 24 de noviembre en Barcelona en la Sidecars (entradas aquí) y el 9 de diciembre en el Gran Café de León (entradas aquí).

Leo que clasifican vuestro sonido como psicodélico, pero en vuestro nuevo EP hay algo del britrock de los 90 y una reminiscencia a Teenage Fanclub con el juego de voces. ¿En qué os estabais fijando a la hora de componer? ¿Por qué habéis apostado por este sonido?

Es cierto que estas canciones llevan el rollo Teenage Fanclub a nivel vocal, se debe a que en la última gira entró un nuevo guitarrista, Joan, que también canta muy bien, de hecho ahora somos cuatro voces. Esto es una baza a jugar muy importante, la idea era trabajar de cara a un futuro disco sonidos con más voces, más coral.

¿Podríamos decir entonces que lo que podemos esperar de un nuevo trabajo va a tirar por esta línea?

Creo que sí, no creo que pongamos tanto recurso psicodélico. Vamos a abogar por las voces y evolucionar en la producción de forma natural. Hicimos con “The Fourth Dimension” y “The Mean Solar Times” todo lo que tuvimos que hacer con psicodelia. De cara al nuevo disco trabajaremos más las canciones en sí.

¿Cómo trabajabais hasta ahora a nivel de producción? Los temas anteriores son más intrincados, con estructuras y desarrollos complejos…

En principio, primeros componemos la melodía y la vamos vistiendo, sobre todo el ritmo, y vamos produciendo entre todos. Nos gusta que en el disco tengamos un par de canciones que no sigan esta regla, que partan de una jam y luego se concrete. Le da al disco un color especial, es positivo, porque así las canciones no salen iguales. Otra cosa que hemos introducido y que antes no podíamos hacer por tema económico es, en vez de grabar por pistas, grabar en directo. La frescura que consigues es única.

Por centrarnos más en el EP, me llama la atención ‘Every Christian Lion Hearted Man Will Show’, con la melodía, la crecida final…

Es una versión de los Bee Gees, el EP tiene estas dos canciones que son nuestras y luego tres versiones. La primera época de los Bee Gees es brutal, tienen discazos a la altura de los Beatles, tal vez en España pasaran más desapercibidos. En la furgoneta siempre llevamos alguno de estos discos y contenía esta canción. La versión está adaptada a nuestros tiempos, tiene voces algo Fleet Foxes también. Esta es quizá la versión de la que estamos más orgullosos. También tenemos ‘Rock and Roll Woman’, de Buffalo Springfield y ‘Where Have All the Good Times Gone’, de los Kinks.

¿Qué os ha llevado a versionar estas canciones?

Esto fue a raíz de grabar este nuevo EP con la discográfica inglesa con la que trabajamos, Fruits de Mer. Siempre piden versiones psicodélicas o progresivas, entonces cogimos estas canciones por la filosofía de la banda, que con el nuevo rollo encajaban perfectamente. Son canciones que nos gustan desde siempre y podíamos adaptar.

Hablando de estilo, diría que mutáis entre los 60’ o 70’s, en Harrison con el sitar, pero también tenéis la nueva psicodelia de Temples o Tame Impala. ¿Tenéis alguna década predilecta a la hora de componer? ¿Qué escucháis que os haya marcado tanto?

La verdad es que siempre hemos sido un grupo de influencias 70’s, pero también de los 90 porque fue la década que vivimos. También miramos música más actual pero que mira para atrás. Estamos descubriendo la new-wave ochentera también… Cogemos lo que más nos gusta. Pero a lo largo de la historia puedes seguir un itinerario entre las décadas y puedes ver que hay una corriente power-pop e indie en todas ellas, en esa es en la que nos encontramos. Tema psicodelia, nosotros empezamos en el 2001-2002, antes del boom de la psicodelia. Con este boom nos enmarcan dentro de la escena. Temples y Tame Impala nos gustan mucho, por eso el “The Mean Solar Times” mira a gente así. Creo que el nuevo material se va a desmarcar de la psicodelia pura y dura, de las guitarras distantes y tal, ya veremos. La idea es desmarcarse.

En cuanto a estilo, pienso que a nivel nacional hay innovaciones en la psicodelia, como Quentin Gas y Los Zíngaros, pero tampoco se me ocurren más nombres. ¿Crees que la psicodelia, o este tipo de rock, tiene lugar aquí?

A raíz del boom psicodélico en el mundo anglosajón por aquí han aparecido varios festivales del estilo y hay bandas que se han sumado al carro, como Fogbound. Ha habido un despunte de bandas, a lo mejor grupos de garaje que han metido algo de reverb y entran en el círculo, está bien que esta escena saque a relucir grupos de este rollo. Pero al final es música indie en general.

Volviendo a vosotros, leyendo vuestra historia, llama la atención vuestra trayectoria internacional y la gente con la que os habéis codeado. ¿Crees que haber tocado con Beady Eye ha hecho que perfiléis vuestro sonido?

Llevamos cinco discos, en toda nuestra carrera han pasado cosas chulas que nos han permitido hacer tantos álbumes. Vas cogiendo experiencia y vas madurando. Lo de Beady Eye… tocamos dos veces con ellos y a nivel de tablas y de ver cómo trabajan aprendes, va sumando. Creemos que con este EP a nivel de sonido y voces… Estamos en un punto en el que estamos bastante confiados, la cosa ha madurado bastante, tenemos un sonido bastante propio. Esto se ha sacado de Beady Eye, las giras con Subterfuge, haber grabado en Liverpool, haber colaborado con Jero Romero… Hacer discos y grabar sin parar, con eso vas aprendiendo. Es un cúmulo de todas las experiencias bonitas.

Una de las experiencias que imagino que ha configurado vuestro sonido imagino que habrá sido la aparición de Andy Bell en algunas canciones de “The Mean Solar Times”.

Andy Bell tocaba con Beady Eye. En Barcelona hablamos con él, le había gustado nuestro concierto. Contactamos con él por Twitter para ver si hacíamos algo juntos, al final le pasamos unas demos, nos grabó guitarras para tres canciones y nos hizo una remezcla. La verdad es que tenemos una relación por mail y tal, pero todo muy bien. Nos enviaba las guitarras desde Londres y flipábamos con lo que hacía. Lo mezclamos y todo perfecto. Fíjate que trabajar con gente de primera división es brutal, porque te das cuenta de hasta donde pueden llegar, de la pasión y el sonido que sacan. El temple con el que tocan, cómo sacan la nota… Hay mucha tela detrás. Es gente superdotada y viven de esto. Empezaron siendo chavales tocando shoegaze y mira ahora.

Andy Bell empezó con shoegaze, ¿y vosotros? ¿Cómo es vuestra historia? ¿Estáis viviendo de la música?

En la época en la que estuvimos con Subterfuge, con el tercer y el cuarto disco, las cosas iban muy bien y algunos nos planteamos ir a por todas, pero estamos en el país que estamos y hay que pisar en el suelo. La idea es que nos lo vamos compaginando. Es un modo de vida. La diferencia es que en primera línea comen caviar y nosotros huevos fritos (Risas). El primer disco salió en 2005, pero llevábamos algunos años configurando la banda. Firmamos con Wild Thing Records, de Madrid, con los que sacamos los dos primeros discos. En 2007 entró el batería actual y un guitarrista amigo nuestro, Enric. Hubo un cambio en el grupo y empezamos a hacer un sonido más freakbeat psicodélico. Entonces pillamos la personalidad más actual. Con Subterfuge empezamos la carrera como banda indie, crecimos un poco y subimos algún escalón más para pasar a ser banda nacional. Y ya todo lo que decías, han pasado cosas buenas y otras malas, pero bueno, los que estamos ahora estamos desde hace 10 años casi. La cosa es trabajar cada día para que pasen cosas chulas. Hay que intentar innovar y hacer siempre lo que gusta.

Me da la sensación que no habéis tenido tanta acogida en España a diferencia de Reino Unido, por ejemplo. ¿Tienes esa sensación? ¿A qué crees que se puede deber esto?

Hay varios factores, el primero el idioma. Cantamos en inglés y esto en España es quedarse relegado a una segunda división de alguna manera. Siempre hemos intentado apuntar alto y trabajar con gente de fuera. Allí la música indie es la música popular, la suya. Si ven que haces material de buena calidad, ellos ya te arropan y enseguida tienes buenas críticas. Fuera también hay un punto que, si eres español, como pasaba con los grupos catalanes de los 70, estás muy cotizados fuera. Con Fruits de Mer sacamos un EP y vendemos todo, aquí cuesta mucho más sin embargo. Hay una infraestructura fuera que, para esta música y si tienes el contacto adecuado, te lo puedes pasar muy bien. Aquí hemos tenido temporadas buenas y otras peores. Es intentar hacer ruido y estar con quien te quiere escuchar en todo momento.

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