enero 16, 2025

Hablamos con Silvia de Escuchando Elefantes: “El fin de la música es llegar a toda la gente que quiere escucharte, parece fácil de decir, pero es una cosa muy complicada”

Hemos hablado en alguna ocasión de Escuchando Elefantes. El dúo formado por los gallegos Silvia y Carlos (que actualmente se encuentran arropados por toda una banda) destilan un folk de tintes rockeros que hace pensar inevitablemente en The Civil Wars o en los momentos más sórdidos de la carrera de Damien Rice. De hecho citan al folk contemporáneo irlandés que practica el último como influencia importante de su carrera. Lo mejor que han conseguido estos gallegos es adoptar el estilo de estos cantautores y dotarlo de una energía especial; todo ello manteniendo la belleza de sus composiciones.

De esta forma han ido ganando adeptos que los han acompañado por España y en sus escapadas por Europa. Actualmente se encuentran presentando Hope, un nuevo álbum cargado de energía y con tintes algo más oscuros. Para entender qué se cuece a lo largo de los temas que componen este trabajo, mantenemos una conversación del todo relajada con Silvia, en la que hay momentos para hablar del presente, el pasado y la sociedad.

Quería empezar hablando de la portada. Me llama la atención. Se ve claro el juego de “Hope” con la bombilla en la oscuridad, pero luego se te ve mirando con cierta rabia a Carlos…

(Risas) Es gracioso porque no es la primera vez que nos lo dicen, que parece que le estoy mirando con rabia. Si te cuento la verdad, la portada estaba pensada con los dos mirando al frente, pero por un momento dijimos de probar otra cosa. Y esta foto nos pareció tan natural que nos gustó. Hicimos muchas fotos con los dos mirando al frente pero esta nos gustó mucho más. Por un momento le lancé una mirada de esperanza, de “¿y si hacemos esto así?”. Era una mirada de duda pero con ganas, nos pareció muy “hope” también. Es cierto que me han dicho que parece que le miro mal, pero lo mismo es una microimpresión y no me doy cuenta (Risas). El significado de la bombilla y nosotros de negro está ahí. Parece que todo es muy natural cuando lo contamos porque somos así, pero estaba todo muy pensado. Lo que pasa es que luego nos dejamos llevar mucho por lo que queda natural y nos gusta más que por lo que teníamos pensado. Lo importante es que el conjunto mira a la esperanza, a la posibilidad de hacer algo en el mundo.

Ahora que dices eso de que miráis mucho los detalles, es algo que me he fijado en vuestros vídeos, donde cuidáis mucho la estética. El ejemplo claro es ‘Ready’ cuyo vídeo habéis estrenado hace poco y lleva la línea minimalista oscura de la portada. ¿El mimo que tenéis en la música también lo lleváis a los vídeos? ¿Me podrías contar algo del nuevo vídeo?

En la música somos muy meticulosos, buscamos el sonido que más nos gusta y mejor nos representa. Con “Hope” estamos muy contentos porque nos representa 100%. Con los vídeos y las imágenes buscamos lo mismo, transmitir lo mismo que hacemos con la música. Con ‘Ready’, como es quizá una de las canciones más oscuras del álbum, quisimos reflejar la portada en el vídeo. Nos pareció una idea bastante buena. Con respecto a lo que dices de cuidar los detalles, tuvimos una idea inicial para el vídeo pero vimos que no nos representaba, así que la descartamos y eso nos hizo perder dos semanas. Volvimos a empezar, esta vez creando esta historia debajo del agua, el ahogo… Lo que representa el vídeo es lo que representa la canción en lo que respecta a sentimientos.

Aprovechando que dices que ‘Ready’ es más oscura, quería decir que este disco lo noto más rockero y algo más oscuro que vuestros trabajos anteriores. ¿Qué queríais explorar en este álbum en comparación con los anteriores?

Sinceramente, fue un proceso de dejarnos llevar. Coincidió que justo estábamos haciendo transición y uno de los baterías tenía la batería montada en el estudio. Entonces llegó un momento en el que me puse a tocar la batería. Yo, de toda la vida, tenía la teoría de que no tenía sentido del ritmo, pero empecé a pillar los conceptos básicos y la cosa fue bien. En un mes me puse a tocar con un set bastante extraño de batería, vimos que a la gente le gustaba, y entonces nos vimos volviendo a nuestros inicios de Carlos y Silvia como dúo, pero esta vez con banda. Fuimos sacando un sonido más rockero que decías, y lo fuimos abrazando porque nos gustó y nos representa más ahora mismo. Las canciones antiguas se han modificado porque el cuerpo nos pide otra cosa.

Se ve que os lo pasáis muy bien, basta ver fotos promocionales vuestras para ver que todos son risas.

(Risas) Todo hay que decirlo, desde pequeña yo tocaba el piano y he cantado. Toco ukelele, guitarra, tambor… mal, pero de todo (Risas). Pero me puse con la batería y me dije “Hostia tío, este es mi instrumento”. Nos pareció una combinación muy buena que pudiera tocar la batería y cantar, algo a lo que teníamos miedo pero que acabó funcionando.

Es curioso porque ahora el formato batería y guitarra está muy de moda, con gente como Cala Vento o Japandroids, pero estoy hablando en el rock. Sin embargo, vosotros cogéis el concepto y os lo lleváis a parajes más folk.

Por eso también nos estamos transformando más al rock. La gente nos considera folk por nuestros orígenes, pero es algo que estamos dejando atrás. Siempre tienes dudas de cómo se lo tomará la gente, intentas no dejarte influenciar pero está ahí. Sin embargo, algunos amigos que nos han seguido desde el principio, al acabar el concierto de presentación en A Coruña se acercaron y dijeron que estaba muchísimo mejor. La esencia de siempre pero con una fuerza que mola mucho. Nos dieron la aprobación y nos hizo sentir muy bien. Es lo que decían: seguimos siendo nosotros pero ahora sonamos más potentes. Siempre hemos tenido esa energía, pero es cierto que en un principio siempre nos relacionaban con los cantautores, que no tiene nada que ver. Ahora está todo más encuadrado y mejor organizado.

Pensaba también que, sobre todo por la voz de Carlos, en un principio erais más Damien Rice, pero ahora sois más The Civil Wars. ¿Cuáles son vuestros referentes?

Esa pregunta es muy difícil, porque no sabes quién te influye directamente. Tal vez algo que escuchas de pasada un día tranquilo te influencia mucho y no te has dado cuenta. A nosotros nos gusta mucho escuchar la música de los 60-70, Simon and Garfunkel, Cat Stevens, el folk contemporáneo de Irlanda de gente como Glen Hansard, Damien Rice… Pero después a la hora de hacer música no se refleja al 100%. Todo lo que vives te influye cuando haces algo artístico. Es difícil decirlo.

Han pasado tres años desde que publicarais el disco anterior, ¿qué habéis vivido que os haya marcado de cara a la creación de este nuevo álbum? ¿Cómo se ha ido gestando el trabajo?

Siempre hemos grabado los discos en otros estudios, pero para este nos quisimos hacer nosotros uno. Nos fuimos a una casa en medio del monte y llevamos todo el equipo necesario. Quisimos hacerlo nosotros de principio a fin. En ese estudio tenemos el local de ensayo y entonces todo fue muy natural. Ensayábamos, salía algo que nos gustaba y lo grabábamos inmediatamente. Tal vez por eso “Hope” nos represente tanto, tuvimos tiempo para hacerlo con calma, y creo que eso es muy importante en la música.

Me ha extrañado un poco que el año pasado estrenasteis ‘Volveré’ y no se ha incluido en este álbum. ¿Por qué esta decisión? ¿Tenéis intención de grabar más en español?

No la incluimos en el disco porque en ningún momento lo concebimos para eso. Cuando la lanzamos el disco estaba casi terminado. Aún quedaba mucho trabajo de mezcla, pasterización y organizar gira, así que para la espera quisimos “dar un caramelo” a los que nos escuchan, entonces grabamos este tema rápido. Nos pareció bonito también. Una amiga nuestra que estaba en Dublín nos preguntó que si teníamos algo en español. Le dije que sí, pero que era de la primera época y a saber si Carlos se acordaba. Se la cantamos, nos dijo que era muy bonita y que había que sacarla, y como nos cae muy bien lo hicimos (Risas). No quisimos incluirla porque no me gusta mezclar idiomas, pero quisimos sacarla y que la gente pudiera comprarla en iTunes o escucharla. Era un guiño a nuestra primera época, porque esa canción tiene 10 años o así. A la gente le gustó mucho y nos pareció muy bien. No descartamos cantar en español, ni en francés ni en ningún idioma. No componemos en inglés por ser una moda ni nada. Cuando empecé a componer me salía todo en inglés, por la música que escuchábamos mayoritariamente. Hubo una transición en la que empezamos en español, luego spanglish, y finalmente inglés. Cuando salió el primer disco, que llevábamos ya 6 años tocando, pues decidimos sacarlo todo en inglés. Fue algo natural, no una decisión comercial ni nada.

Algo que he pillado por el camino de lo que me decías es que tratáis al público muy bien, un trato algo más especial por así decirlo. No sé si lo seguís haciendo, pero me consta que tocabais en la calle en ocasiones, pienso en Inglaterra o Irlanda y gente como Damien Rice justo.

Sí, de hecho hay mucha influencia de por allí. La primera vez que nos planteamos tocar en la calle fue porque fuimos a Dublín. Ya éramos músicos entonces y nos fijamos en la cantidad de músicos que había tocando. Había uno en concreto al que nos quedamos un par de horas escuchándole con más gente disfrutando. A Carlos y a mí nos gustó mucha esta sensación, y al final los dos pensamos en hacerlo. Sinceramente, creo que es lo mejor que puedes hacer como músico, no limitarte. Creo que nadie hace eso. Si eres músico, la calle es otro escenario y te tienes que adaptar.

¿Cómo es tocar en España en comparación con Dublín?

Sinceramente, no se puede hacer una generalización ni por ciudad ni por país, porque depende mucho de la hora, la gente que te ve, la ciudad… Es muy difícil hacer una media. A lo mejor un día en Dublín es el mejor de tu vida pero el siguiente es un aburrimiento. Una cosa llamativa también es que el público se adapta a lo que ve, si ve a mucha gente parada se suma, si se piden canciones, la piden. En la calle notas que la gente es muy cortada y vergonzosa. Nunca tenemos problemas en ese sentido. Lo seguimos haciendo pero cada vez menos porque con la gira se hace difícil.

¿Qué me puedes contar de la historia y el nombre del grupo?

El nombre es como la pregunta del millón, no tiene una historia muy larga tampoco. Cuando empezamos, Carlos estaba componiendo y yo escuchando una canción que se llamaba ‘Elephant’, entonces metió la frase “escuchando elefantes”. Teníamos que dar un concierto y necesitábamos un nombre, así que cogimos ese. Cuando sacamos nuestro primer disco decidimos dejar el nombre, una especie de homenaje a nuestro pasado (Risas).

Quería preguntarte por Glen Hansard, he estado leyendo que lo habéis teloneado y que lo conocisteis por casualidad, algo que os pasó también con Bono y más gente así. ¿Cómo surgen estas casualidad y cómo es tocar con Bono?

Todo lo de Bono y demás viene por Glen. Las casualidades fueron una. La primera fue que Carlos y yo estábamos en San Sebastián, que íbamos a ver un concierto de The Swell Season, el proyecto de Glen con Markéta Irglová. Aprovechando que estábamos ahí decidimos salir a tocar en la calle. Justo antes fuimos a dar una vuelta por la ciudad y nos encontramos a Glen haciendo footing. Le saludamos y dijimos que veríamos esta noche en el concierto y se fue, nos dio la sensación de que tal vez le habíamos molestado (Risas). Después seguimos tocando y Markéta pasaba por ahí con los chicos de The Frames. Nos tiró una moneda y le dijimos que nos gustaba mucho, a lo que nos respondió que nosotros le gustábamos más (Risas). Ya nos quedamos hablando un rato con ella y le dijimos que la veríamos por la noche. La cosa es que por la noche nos dedicó en su concierto una canción, y a los cinco minutos Glen se giró, contó la historia de cómo se encontró con nosotros y nos invitó a subir a tocar alguna canción. Nos preguntó mucha gente si estaba preparado, y nos preguntaban que por qué salimos a tocar, a lo que decía: “Coño, salimos a tocar porque somos músicos” (Risas). Vino otra vez a España y coincidimos en otra ocasión. Luego nosotros fuimos de gira por Bélgica y vimos que coincidimos en fecha, así que cogimos entradas para un concierto suyo. Como conoces a los músicos los saludas y luego Glen nos propuso ir al concierto benéfico que hace en Navidad en Dublín. Y nada, aparecimos por allí y nos unimos a la multitud. Nos juntamos a Bono y no te puedes imaginar la sensación que es; no por ser él, sino por la cantidad de guardaespaldas que lleva. Es de locos, la gente es muy fanática con él. Cuando me preguntan cómo es él, siempre digo que es un caballero. Si le notases algún toque de prepotencia se lo podrías perdonar porque es Bono (Risas). Pero con nosotros siempre fue muy majo.

Estoy viendo que tenéis fechas por Europa – en definitiva habéis salido fuera de España para tocar. ¿Crees que es cosa del idioma o del estilo que tocáis?

El idioma igual ayuda, no lo sé, pero creo que es más el empeño que tenemos con esto. Nuestra vida es esto y es lo único que hacemos, entonces nos sacamos las castañas del fuego como podemos. Creo que es nuestra actitud de salir a cualquier sitio. Es difícil, tienes que conocer a cierta gente porque sino es imposible, pero también son más de 10 años tocando y desde 2012 con disco, esta experiencia ayuda. Si te mueves y lo intentas te van saliendo cosas. La gira de Reino Unido, por ejemplo, es gracias a un chico que nos lo organiza todo, Carl. Lo conocimos en España, le gustamos, luego se dedicó a organizar giras y nos ofreció el tocar allí. Por mi parte, yo soy quien organiza las giras en España.

Desde el principio os habéis autopublicado y sois independientes. ¿Os ha supuesto esto mucho handicap? ¿Cómo se vive la independencia?

Tiene sus pros y sus contras como todo. El mayor contra es que todo lo hacemos nosotros, y eso es muy laborioso. Si te pones en el caso de que somos una banda que se hace sus vídeos, sus giras… La gente no se puede imaginar la de trabajo que hay detrás. Cuando un músico se va de gira tiene una persona encargada del booking, tiene el road manager… El trabajo que te da y el tiempo que te quita hacer todo este trabajo te descentra a la hora de crear. Me fastidia porque no puedo dedicarme tanto a ensayar y componer. En ese sentido el tema de estar autoproducidos es una putada. Pero también haces lo que quieres con tu música y tu carrera en la medida de lo que puedes. Estamos contentos en ese sentido y cada vez vemos que llegamos a más gente. El fin de la música es llegar a toda la gente que quiere escucharte, parece fácil de decir pero es una cosa muy complicada. Creo que es casi un milagro que lleguemos a la gente que llegamos, sobre todo teniendo en cuenta que no tenemos ni idea de lo que hacemos (Risas). Es un constante ensayo y error.

Te quería preguntar por un tema que estaba pensando mientras hablaba contigo: ¿Has sentido alguna discriminación por el hecho de ser mujer?

Creo que por ser mujer tienes muchas dificultades en muchos campos, pero lo que hay que hacer es no darle importancia. Es una putada, pero no hay que hacerse eco de ello. He notado a lo largo de los años muchas cosas, pero nunca me he dejado avasallar. En el momento que noto algo, a esa persona la trato igual. No le voy a dar nociones de cómo debe de ser su comportamiento. No he llegado al punto de partirle la boca a alguien, pero es cierto que a Carlos le molesta más. Te acostumbras porque sabes que existe en la sociedad. Es una pena que todavía se tenga que hablar de esto, porque significa que es algo presente. Por ejemplo, estaba en un concierto y le fueron a preguntar al violinista cómo queríamos poner las cosas en el escenario. Yo le dije al chico que me preguntara a mí, que soy la que lleva las cosas, pero le siguió preguntando al violinista, que también le dijo que me preguntara a mí. Después fue a Carlos a preguntarle pero llegó un momento en que le dije que tenía dos opciones, o me lo preguntaba a mí o nadie le contestaría. El tío se lo tomó algo con humor pero luego llega el punto en el que te pones a trabajar, haces las cosas como las tienes que hacer, y se olvidan de que eres una mujer. Si esa persona tiene una diferencia conmigo por ser machista, es probable que tenga diferencias con otras personas. Vamos a decirlo, seguramente esa persona sea un gilipollas y lo hace por serlo y no por ser un machista. Vamos a esperar que no sea algo de mi sexo (Risas).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *