Miércoles. Ese día en mitad de la semana habitualmente anodino y posiblemente trivial para aquellos a los que el fútbol no nos interesa. Miércoles, un día maravilloso para acercarse a Radar Estudios y enfrentarse por primera vez a «North«, disco debut de Morgan, en vivo y en directo.
Un directo que comenzó de una manera poco habitual. Hace unas semanas, tras el concierto de Villanueva en el que Josete se había acercado al público para interpretar ‘Camaleón‘ en acústico para comenzar los bises, comentaba con mi acompañante cual era el mejor momento de desenchufarse y fundirse con tus seguidores. Ella comentaba que quizás ese sería un buen fin de fiesta, yo, por mi parte, discrepaba insistiendo en que un concierto tiene que terminar muy arriba. Pues los madrileños Morgan, el pasado miércoles, decidieron dar la vuelta a cualquiera de nuestras hipótesis y comenzar su directo bajándose del escenario y rodeándose de público. Así Nina (Carolina de Juan) y Paco López daban concierto a un concierto al que posteriormente se uniría el resto de la banda. Sí, desde el primer segundo Morgan había derribado esa cuarta pared de la que nos gusta hablar en el audiovisual.
Así, rompiendo las distancias, comenzaba un concierto realmente interesante en el que los madrileños nos presentaron buena parte de su primer trabajo, el ya mencionado «North«, y alguna que otra sorpresa de las que ya hablaremos.
Tras este comienzo tan especial Nina y Paco regresaban al escenario para unirse a Alejandro Ovejero y su bajo, Ekain Elorza, uno de los baterías que más me han sorprendido en los últimos tiempos y por supuesto a David Schulthess dueño y señor de ese hammond con el que consigue crear sonidos mágicos. Así, con banda completa, sonaba ‘Cold‘ y las cartas estaban sobre la mesa: Morgan llegaban al norte para dejar claro que son unos músicos sensacionales. Sé que la comparación a priori resultará extraña pero Morgan me recuerdan a León Benavente: formaciones de grandes músicos de acompañamiento que un día deciden que además de sumar en otros proyectos es el momento iniciar el suyo propio, y cuando eso sucede se nos queda de cara ¿por qué no lo habéis hecho antes?
Podríamos hablar del listado de temas de como los ritmos rock de ‘Goodbye‘ empastan perfectamente con la cadencia de ‘Roar‘, de como la interpretación de ‘Praying‘ supera con creces a su versión de estudio o de como la banda es capaz de pasar de ‘Cold‘ a ‘Attemping‘ sin tan siquiera despeinarse.
Uno de los momentos más emocionantes de la noche llegó de la mano del rara-avis de «North«: ‘Volver‘, un tema en el que la banda cambia de idioma para estructurar una balada realmente conmovedora. Sentada ante el piano Nina se convierte en el eje de rotación de Radar. Ante la atenta mirada de todo la sala, incluyendo la de sus propios compañeros que esbozan una cálida sonrisa, Nina clama aquello de «sé que ya no importa…«. El calor se mezcla con el sepulcral silencio y por un momento nos olvidamos de que por delante queda media semana, del calor abrasador, de los malos días… simplemente sonreímos y nos dejamos mecer por el piano de Nina.
Pero ‘Volver‘ no fue el único tema que sonó en castellano en su visita a Vigo, nos encontramos también con ‘Sargento‘, que formará parte del siguiente trabajo de los madrileños y del que dicen las malas lenguas que se ha escuchado cantar a medias con Quique González por alguna que otra sala de la capital del Estado. Pero ‘Sargento‘ no fue la única sorpresa de la noche y es que Morgan decidió convertir los célebres bises en un escaparate: el primer tema que nos mostraron fue ‘The Night They Drove Old Pixie Down‘ una versión del tema de The Band mientras que la elegida para despedirse fue ‘Marry You‘, que al igual que ‘Sargento‘ tendremos que esperar a su segundo trabajo para encontrar editada.
Sin ninguna duda Morgan nos hacen viajar por caminos en los que el rock clásico y el blues dan la mano al soul sin perder un ápice de ímpetu. Consiguen crear atmósferas realmente singulares y poco habituales que en buena medida se basan en la sintonía entre sus miembros. Y es que no nos cabe ninguna duda que antes que compañeros de banda, los músicos de Morgan son amigos; miradas y sonrisas cómplices emocionan a quién se coloca ante ellos y lo convierte en cómplice de un concierto realmente cercano y fuera de lo común. Uno de eso concierto a los que asistes cualquier noche y en los solo queda relajarse y disfrutar del buen hacer artesanal de los temas. Un concierto donde los artificios o juegos de luces no son necesarios porque todo se impregna de música y sentimiento.