El cuarteto catalán presentó, en una sala Barts entregadísima, “Un Estrany Poder”, además de repasar algunos de los temas más conocidos de su carrera.
Más de dos años han pasado desde que Els Amics de les Arts publicaron “Només d’Entrar Hi Ha Sempre el Dinosaure”. Ahora, y tras 12 años de trayectoria juntos, se encuentran inmersos en plena gira de presentación de “Un Estrany Poder”, su último trabajo.
Después de cerrar el Festival Strenes de Girona con un concierto en un lugar mágico, las escaleras de la catedral, ahora tocaba moverse a la capital, Barcelona, para tocar tres días consecutivos en la sala Barts (4, 5 y 6 de mayo) .
Con todo vendido desde meses antes de que el disco saliera a la venta, a las 21.00 saltaron al escenario Dani, Eduard, Joan Enric i Ferran, acompañados por Pol Cruells (bajista) y Ramon Aragall (batería).
Todavía a oscuras, parecía que algo pasaba en el escenario, ya que, aunque todos estaban en sus posiciones, ahí no había movimiento alguno. Para hacer pasar ese nerviosismo, el público, ya eufórico antes de sonar la primera nota, ovacionó un par de veces a la banda. “Ja venim!” (“¡Ya venimos!”) anunciaban desde el escenario mientras terminaban de solucionar los problemas. Este “falso-inicio” no duró más de dos minutos, e hizo más cómico el comienzo del concierto. Sirvió para romper el hielo de golpe y sin necesidad de empezar a tocar.
La complicidad entre músicos y público fue máxima a lo largo de las dos horas que duró el espectáculo. Las butacas de la sala Barts apenas hicieron servicio, más bien fueron un pequeño estorbo para aquellos que estaban dispuestos a darlo todo en la platea. En ‘Les coses’ y ’30 Dies Sense Cap Accident’, temas de apertura, la gran mayoría de la gente se puso en pie para bailar y disfrutar al máximo del retorno de la banda a Barcelona, y en muy pocas ocasiones se volvieron a sentar.
Sonaron diez de las doce canciones del nuevo álbum: solo quedaron fuera ‘La Llum Que No Se’n Va’ y ‘Salvador’. Siguieron ‘Ja No Ens Passa’, ‘Ciència Ficció’, ‘L’Affaire Sofia’ y ‘Un Estrany Poder’. ‘Reykjavik’ sirvió para bajar un poco las pulsaciones antes de una de las canciones más queridas por el público: ‘Louisiana o Els Camps de Cotó’. ‘El Vent Tallant’ y ‘Apologia de la Ingenuïtat’ fueron subiendo de nuevo el ritmo. “¡Vamos un poco más arriba!” anunciaba Dani Alegret antes de ‘Les Meves Ex i Tu’. Esto ya no había quién lo parara. ‘A Mercè d’un So’, ‘Preferiria no fer-ho’ y ‘Suïssa’ daron paso a la mítica ‘Jean-Luc’. Éxtasis absoluto que empalmó directamente con ‘El Seu Gran Hit’.
La traca final empezó con dos temas del nuevo disco. Uno lento, ‘Casa en Venda’, que quizá debería haberse colocado antes del encore. Afortunadamente, ‘Primer en la línea successòria’ rescató los ánimos. Para terminar, ‘4-3-3’ y ‘El Matrimoni Arnolfini’, dos de los temas imprescindibles en cualquier concierto de la formación, que pusieron el punto final a una noche fantástica. Las caras de felicidad que se veían entre el público al terminar el concierto plasmaban la felicidad de los seguidores de la banda, que estaban alegres por tener a los “amics” de vuelta, y a un nivel espectacular.