Hace un par de semanas os contábamos la visita de los chicos de Shinova a La Fábrica de Chocolate de Vigo. Tras el concierto, Gabriel nos hizo un hueco para contestarnos a una serie de preguntas que darán cuerpo a esta entrevista. Os dejamos con ella esperando que la disfrutéis tanto como lo hicimos nosotros:
(Pregunta) – «Volver» es el cuarto trabajo de Shinova, ¿qué queda de «Latidos«?
(Respuesta) – De «Latidos» queda la ilusión. La verdad, en cada trabajo siempre tenemos la sensación que vivimos muchas «primeras veces». Sí es verdad que con «Volver» hemos vivido esas «primeras veces» o esas «primeras cosillas», porque siempre se va aprendiendo. Ya contamos con un camino detrás, ahora tratamos de ser más eficaces. La experiencia que nos ha dado «Latidos«, «La Ceremonia de la Confusión«, «Ana y el Artista Temerario» ha servido, pero la ilusión es la misma.
(P.) – La ilusión es la misma pero ahora formáis parte del catálogo de Warner, ¿cuáles son las principales diferencias en la manera de trabajar?
(R.) – Yo creo que ahora formamos parte de un gran equipo, que ya no es solo el sello o el logo, que -como ya hemos comentado- para nosotros es lo de menos. Lo importante es la gente, el equipo humano y el equipo profesional que estamos haciendo. Warner son currantes, son gente muy trabajadora y muy apasionados por la música.
(P.) – Y hablando del equipo humano y profesional. En «Ana y El Artista Temerario» habíais trabajado con Jose Caballero en la producción y en este «Volver» habéis seguido trabajando con él.
(R.) – Sí, Jose nos conoce muy bien, se podría decir que es uno más de la banda. Fíjate, le mandamos las maquetas una mañana sobre las doce, y en unas horas ya había escuchado el disco y ya nos estaba diciendo que le parecía tal canción, que modificaría, que podríamos potenciar… Es alguien que entiende muy bien el concepto de nuestra música y a nosotros como personas también nos sabe llevar muy bien.
(P.) – Antes de la edición de «Volver» tocasteis algunos temas en festivales como el Gigante o el Sonorama. Tenemos claro que con este trabajo habéis dado una vuelta de tuerca a vuestro sonido, ¿cómo fueron acogidos al encontrar vuestros seguidores este sonido tan diferente?
(R.) – Bueno, yo creo que la diferencia no es tan grande, es cierto que hay menos distorsión, que las guitarras tienen otro protagonismo (mayor). Ritmos no más intensos, pero sí con mayor movimiento de dinámicas.
Creo que hemos avanzado en ese sentido pero tambén creo que somos las mismas personas contando nuestras historias. Claro que como personas hemos cambiado y hay variaciones. Nuestra música cambia con nosotros pero de forma natural, no ha sido algo brusco.
Sí, es verdad, que si escuchas el segundo disco y escuchas el tercero, «Ana y El Artista Temerario«, de golpe mucha gente se lleva muchas sorpresas. Pero claro han sido tres años de parón, haciendo muchas canciones, un tiempo en el que hubo un cambio de formación en el que nos quedamos Ander y yo y entró mucha gente nueva. La gente cercana ha visto este cambio como algo natural aunque quien se lo encuentre de sopetón puede ser que sí se lleve un pequeño impacto, un pequeño shock.
(P.) – Tras escuchar «Volver» uno se da cuenta de que contiene muchas postales sobre Galicia -las podemos encontrar en ‘Para Cambiar el Mundo‘ o ‘Doce Meses (El Año del Maravilloso Desastre)‘- ¿Cuánto peso tiene el licor-café en «Volver«?
(R.) – Mucho, mucho (risas). Galicia es una maravilla y ojo, no lo digo porque ahora mismo esté aquí. Suelo pasar muchas temporadas en Fisterra, en verano, conozco muy bien esa zona y es un paraíso. Buscábamos hacer un paralelismo entre lo que son las relaciones con las mareas. En la Costa da Morte el mar pasa de cero a doscientos en un segundo, ese momento en el que el agua y el cielo son azules y de repente se convierte en cielo de tempestad con bruma. Queríamos hacer paralelismo con una relación personal, puede ser a nivel de pareja, puede ser a nivel de cualquier tipo de relación entre personas como sucede en ‘Doce Meses‘. Creemos que esta tierra lo representa muy bien.
(P.) – Mi tema favorito del disco es ‘El Combate del Siglo‘, ¿cómo se os ha ocurrido poner música a uno de los deportes más injustamente estigmatizados de la historia?
(R.) – Nos inspiramos en la mítica batalla entre Mohamed Ali en Kinshasa en el ’74, ya que para nosotros es muy gráfica. En ella parece que Ali está en las últimas, provocando a Foreman que le pegaba constantemente y en la última ¡zas! Ali conecta y Foreman al suelo.
Esta pelea demuestra que muchas veces las cosas no son lo que parecen, a veces el débil no es tan débil. Queríamos representarlo en una canción. Creo además, que a nivel metafórico representa muy bien el momento socio-político que estamos viviendo.
Además hay quien la ha visto como una canción de superación personal, pensamos que también puede serlo. Lo cierto es que tampoco queremos dar demasiadas vueltas ni dar demasiadas explicaciones, porque si tú le has dado un sentido a la canción y yo te lo quito, me cargo la magia. Y es tan real el sentido que tú puedas darle como el nuestro, que la hemos escrito.
(P.) – Ahora que hablas del contenido socio-político de las canciones. Hace unos días comentaba con unos amigos que parece que la música considerada indie en este país ha dejado al margen la carga política en sus letras convirtiéndose en una forma de ocio, en simple entretenimiento. Al escuchar «Volver» está claro que vosotros sí os mojáis y vuestros temas tienen un trasfondo social importante.
(R.) – Creo que sí, abordamos temas sociales. Lo que pasa es que tampoco queremos ser explícitos, no por cobardía o por miedo a tocar fibras, sino porque creemos que es más bonito decirlo de esa manera por lo mismo que te decía antes de las interpretaciones de cada persona. Si cerramos la interpretación personal de un tema estamos cortando las alas a una canción.
Es verdad que abordamos algunos temas un tanto políticos o sociales, como los quieras llamar, de una manera clara… Aunque, como siempre, abiertos a nuevos significados. Nosotros decimos lo que decimos, ahora tú píntalo del color que quieras.
(P.) – Ahora que «Volver» ha salido al mercado hace poco y teniendo en cuenta la caída de ventas musicales en soporte físico, ¿por dónde creéis que va la industria de la música?
(R.)- Tiene pinta de que las plataformas digitales o streaming están marcando las pautas y están funcionando muy bien. A mí, como coleccionista desde enano, me encanta coger el disco de un artista y tenerlo en las manos. Hace poco lo comentábamos: la sensación de tener la totalidad de la obra entre tus manos es una sensación muy difícil de conseguir de manera digital. Pero está claro que para grupos como nosotros nos ayuda a darnos a conocer y que nuestra música se mueva más rápido. Está claro que todo tiene sus ventajas.
(P.) – No os robamos más tiempo. Muchas gracias por estos minutos y vuestra amabilidad.
(R.) – Muchas gracias a ti.