El pasado sábado se presentaba en la sala París 15 de Málaga un evento que, desde el primer momento, me llamó mucho la atención. Un festival que daba comienzo a las cuatro y media de la tarde y se aventuraba hasta cerca de las once de la noche con conciertos de lo más diverso acompañados de donuts rosas y medianoches de Nocilla. Y como a nosotros nos gusta mucho la comida gratis y los conciertos, decidimos pegar un salto y personarnos allí, en la segunda edición del Merendola Fest.
Eso sí, la llegada no se pudo producir hasta antes de las siete de la tarde. De nuevo un día lluvioso atenazaba a la ciudad de Málaga y la carretera resultaba difícilmente transitable. Los donuts ya habían desaparecido para nuestra desgracia, pero nos hicimos con una buena medianoche de Nocilla y nos dispusimos a disfrutar del primer concierto del que fuimos partícipes: De La Cuna a la Tumba. Un grupo que no dudaron en caldear el ambiente a golpe de melodías rockeras directas acompañadas de un vocalista de voz rasgada que, sinceramente, me conquistó. No soy muy fan de este rock duro y, sin embargo, consiguieron ganarme . Estos sevillanos (con cantante madrileño eso sí) barbudos y llenos de energía desgranaron su álbum homónimo mientras un público atento se entregaba y formaba incluso los primeros pogos. Como anécdota, el cantante comentaba que un ruso había versionado ‘Catalizador’, y se sentía orgulloso de ello, a la vez le llamaba la atención ver a un ruso cantar en castellano, “es como si un americano nos viera cantar en inglés, me sentí igual”. Buen humor, un ambiente agradable y todo genial en este directo.
Mientras salían unos y entraban otros, ahí estaban Leño y Palmera 木やヤシ para amenizar el entretiempo. Este dúo de DJs de Málaga conformado por Violeta y Álvaro basan su espectáculo en la mezcla de visuales retro con música que fluctúa entre el vaporwave, futurefunk y demás géneros de electrónica alternativa que solo los muy frikis entendemos. En cualquier caso, me hizo especial ilusión ver clips de Simpsonwave acompañados de melodías de BLANK BANSHEE u otros vídeos con Saint Pepsi sonando. Desde luego, estos interludios musicales se agradecieron para poder digerir las dosis de energía que se sucedían.
Después de este remanso de paz se subían al escenario The Loud Residents, grupo malagueño que pertenece a la hornada de artistas del estilo de Hinds o The Parrots; esto es, grupos con miembros jóvenes que juegan con el rock garajero y sucio sin mayores pretensiones estilísticas. Tienen melodías pegadizas que consiguieron hacer que el público estuviera animado. Se sucedieron cortes de “For You, Lovers and Sinners”, aquel trabajo que consiguió que ascendieran y se tuviera en consideración a estos jóvenes malagueños. Temas como ‘Sex Sex Sex’ o ‘Verlaine’ fueron la delicia de muchos, así como ese ‘Ralph’ que presentaban en vivo por primera vez y que era “una oda a Ralph Wiggum”. También hubo una nota de melancolía, y es que era el último concierto de su guitarrista, por lo que el evento fue algo especial. Al menos en intención, porque en lo que respecta a la actitud del cantante y el batería no hizo que fuera más allá. El primero hacía gala de una desidia que me llamó mucho la atención, y es que había momentos en los que cantando conseguía transmitírmelo todo y otros en los que resultó del todo plano. El batería parecía que se había dado cuenta e intentaba compensar siendo gracioso, pero lo encontré del todo pueril e innecesario. Musicalmente sonaron bien salvo un momento que se le fue el micrófono al cantante, pero en sus intervenciones dejaron mucho que desear.
Menos mal que llegó una nueva sesión de vaporwave para sosegarme con vídeos de Tron y anuncios de los 80 japoneses (por favor, investigad el género y compartid este entusiasmo), y prepararme para lo que se avecinaba. Me aventuré a la primera fila para poder ser partícipe de la energía que iban a desplegar Perro. A los murcianos su fama les precede, y es que nada más que me han llegado opiniones buenas: grandes dosis de rock, directos…
Así que su comienzo instrumental de tintes post-rock me descolocó, pero a la vez me cautivó. Con dos baterías, bajo y el cantante jugando con los pedales en su guitarra consiguieron ir creando una atmósfera desde cero con la que cautivaron a un público que alucinaba. Por mi parte pensé que tal vez esta fuera una apuesta diferente al tratarse del último concierto de la gira, pero mis pensamientos se esfumaron una vez acabó esta introducción y entraron los Perro de los que me habían hablado. “Nos vamos a poner hartos de litros y lo vamos a llenar todo de lefa”. Estos son los sinvergüenzas que estaba esperando. Llegaba ‘¡Viva El Porras!’ y con ese “sal de mi casa” conseguían que el público se uniera por primera vez a este espectáculo. Y así se sucedieron temas y temas, mezclando el más reciente “Estudias Navajas” con trayazos como ‘Ediciones Reptiliano’ con el que se dio todo gracias a esa melodía tan fácil y pegadiza; con aquel primer “Tiene Bacalao, Tiene Melodía”. Cuando se recuperó de este álbum ‘La Reina de Inglaterra’ en el público ya se habían formado pogos, se había alzado a gente y la energía ya era más que palpable. Me toca admirar la energía que pusieron en cada uno de sus temas y lo resultón que quedaron los cambios: el cantante con su guitarra ahora tomando el papel de bajista, el segundo batería ocupando el Korg del centro para luego volver a la batería al ser sustituido por el vocalista con el teclado. Muy buen punto de los murcianos que hicieron un espectáculo exquisito y rotundo al que ponían fin con ‘Martillo’. Dentro aplausos y el alivio del público, ya había pasado el petardazo del festival, ahora tocaba relajarse. De nuevo, sesión ligera de vaporwave para anteceder a Space Surimi, que trajeron su mezcla de hip-hop con electrónica muy en la línea de los DJs Leño y Palmera interpretando temas como ‘Mr. Wasabi’ cuyo verso “puchero en japonés se dice ramen” es demasiado genuino para el que escribe esto. Sin embargo, uno tuvo que retirarse pronto y no se pudo quedar por completo al set de esta gente. Aún así, conseguí irme con muy buen sabor de boca de este día. Desde luego, el vaporwave y las medianoches de Nocilla amenizaron mi tarde, pero Perro y su directo consiguieron dejarme extasiado para toda la semana..
Fotografía: Carmina Rodríguez.
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