Debido a sus ferias y fiestas, Tomelloso se preparaba para acoger este evento festejo 2016 con más ganas que nunca. Tanto es así que su concejal de cultura, Raúl Zatón, afirmaba en la presentación del TomelloSound que este año la ciudad acogería un estilo de música diferentes a lo que estaba acostumbrada hasta el momento.
Si la noche del viernes se teñía de heavy y garage con las actuaciones de Vinodium, Munflow, Full Flavour y Barón Rojo, sería la noche indie-pop del sábado la que saldría triunfante en esta primera edición del festival. Una diversidad de público que se reunía en el césped del Estadio Paco Gálvez en estos dos días de conciertos.
Elefantes fue el encargado de iniciar el show, y aunque sus palabras al decirlo parecieran ser de «menuda la que me ha caído encima…», hay que decir que los catalanes dieron inicio a esta jornada dejando el listón alto. Un poco más de las 21:30h daba comienzo su concierto con ‘Lo Más Pequeño’, canción que arrancaba los primeros cánticos entre el público.
Entre el público había gente muy variada, tal vez con Elefantes pudimos ver mayoría de público menos joven debida a su trayectoria musical de más de 20 años, pero los jóvenes también se mostraban cercanos con el grupo. Y no sólo eso sino que se coreaban sus canciones, como fue el caso de ‘Que Todo El Mundo Sepa’ y ‘Azul’.
Shuarma (vocalista) se mostró en todo momento muy comunicativo con el público. Así pues nos hacía una pregunta: «¿Quiénes de vosotros estáis enamorados? Levantad la mano. Y ahora los que no». La mayoría democrática que primó fue la segunda opción, y para esas personas iba dedicada la siguiente canción, ‘Que Yo No Lo Sabía’. Lo cierto es que fue un poco timo: la letra no era para nada algo similar al desamor.
Los siguientes temas, dos de las canciones que conforman su último trabajo, «Nueve canciones de amor y una de esperanza», vibraron entre el público, ya fuese por la incertidumbre de si Bunbury saldría a cantar ‘Duele’ junto al grupo. O por la brillante colaboración de Alberto (cantante de Miss Caffeína) en ‘Te Quiero’. Tal vez dos de las canciones que más han marcado en este último trabajo de los catalanes.
El concierto estaba llegando a su fin y antes de que eso ocurriera Shuarma tuvo palabras de apoyo para los chicos de Supersubmarina. Una vez más, en un concierto más, nos encontramos cómo los de Baeza siguen presente en todos sus compañeros y amigos de la música. Y tras ello, ‘Somos Nubes Blancas’ y ‘Piedad’ fueron las dos últimas canciones que tocaron.
Tras acabar Elefantes tocaba reestructurar el escenario para el siguiente el grupo. El público aprovechó para pedir algo de beber y tener el vaso relleno en las nuevas canciones a disfrutar.
Los chicos de Miss Caffeína aparecían en el escenario, todo excepto Alberto que hacía su entrada tras los primeros acordes que inducía a ‘Venimos’ como primer tema de la noche. Este primer tema no es casual, en nuestra reseña sobre el disco nuevo de Miss Caffeína presentimos cómo ‘Venimos’ pareció marcar el camino en el paso al estilo que iban a adoptar en sus nuevos temas. ‘Desierto’ fue la siguiente canción, después ‘Titanes’ que tuvo un acabado de canción con fusión de ‘Maniac’, canción utilizada en la película «Flashdance».
Alberto nos invitaba a viajar al pasado en sus canciones, y así lo hicimos con ‘Capitán’, ‘Mi Rutina Preferida’ y ‘Modo Avión’, donde la entrega del público se hizo mayor. Está bien recordar las canciones del pasado, las que nos acompañaron en determinada época de nuestra vida, pero hay que volver al presente para vivirlo, y para bailarlo como fue nuestro caso. Con ‘Ácido’ y ‘Lobos’ el césped del Paco Gálvez se convertía en una pista de baile de discoteca gracias al pop ochentero que desprendían, donde hasta la más insípida persona quedaba intoxicada con ese toque de cadera que te provocan sus ritmos.
Era el turno de que Miss Caffeína invitara a Shuarma a subirse en esta ocasión con ellos al escenario. ‘Detroit’ fue el tema elegido para este dúo tan especial, canción que da título a su último trabajo. Tras este bonito momento, si mirábamos el reloj nos decía que ya no quedaría mucho más de espectáculo, y así fue como el final del concierto estuvo marcado por todo lo alto. Es más, Alberto quiso tirar de la oreja a curas, arzobispos y políticos, algo que ya venían haciendo en conciertos anteriores en esta gira, y para todos ellos iba dedicada ‘Oh! Sana’. Uno de los temazos que ha marcado su último trabajo quedaba reservado para el final, para que todos bailáramos y voláramos con ‘Mira Como Vuelo’.
Tras los caffeinos venía el break para colocar de nuevo el escenario, a lo que el público aprovechó para aglomerarse en las primeras filas. El momento que muchos estaban esperando no tuvo mucha espera e Izal se plantaban en el escenario. Mikel era el encargado de dar inicio con ese ‘Prólogo’: «… Que pensemos despacio, queramos deprisa y caminemos con la frente alta»; y a continuación la locura se estallaría con ‘Copacabana’. Desde el minuto -2 el público se encontraba saltando y coreando al unísono la letra. Una auténtica locura si a eso se le suma que ocurrió lo mismo con ‘Asuntos Delicados’ y ‘Jenna Fischer’.
Mikel también tuvo palabras de apoyo para los baezanos, «lo importante es levantarse tras haber caído», esta parece ser la filosofía que se esconde en ‘Prueba Y Error’. Hacía tiempo que no me encontraba entre un mogollón de gente que desprendiera tanta energía (estoy conteniéndome para evitar a hablar de aquellas personas que van tan sumamente pasadas de todo que resultan molestas hasta decir basta), que regalasen un inicio de concierto tan enérgico a su grupo. Ya fueran temas de discos anteriores, es el caso de ‘Despedida’ y ‘Palos De Ciego’, como de los nuevos, el público se mantenía firme.
Las pequeñas revoluciones vienen de manera inesperada en nuestra vida, y lo hacen para llenarnos por completo. Así recordaba Mikel la existencia de sus sobrinas, brindándoles ‘Pequeña Gran Revolución’, otro de los temas que más gustó al público. Izal se seguía moviendo entre sus discos anteriores y el de ahora, dando las gracias a todas las personas que hacen posible que se grabase un disco en 9 días, que estén apoyándoles incansablemente en todo momento. Lo cierto que la subida musical que ha tenido Izal es innegable, ‘Magia y Efectos Especiales’ tuvo gran culpa en ello.
Mikel anunciaba que se iban a ahorrar el bis y el irse-y-venir al escenario, esto era mala señal para todos los que queríamos que no acabara este recital artístico. En su anterior gira ‘La Mujer De Verde’ era la canción encargada de finalizar los conciertos, pero en esta ocasión suponía la penúltima. El epílogo del concierto vendría, como viene siendo habitual en esta gira, con ‘El Baile’ y el éxtasis que provocó en el público. Más aún cuando en el segundo estribillo de la canción el cielo de Tomelloso se llenaba de confeti y papelitos. Un toque final que a todos nos supo a triunfo e inmortalidad.
Así es como se salda esta primera edición del TomelloSound, con una buena organización, un montaje grandioso y un sonido excelente. En todos los conciertos el sonido fue exquisito, algo que se agradece en este tipo de eventos. Con todo esto esperemos que el año que viene pueda existir una segunda edición con grupos tan pioneros como los de esta edición, una gran apuesta realizada por parte del Ayuntamiento de la ciudad.
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