Lo que diferencia a Metro Dance Club del resto de clubes españoles es la esencia, la personalidad y lo fieles que son sus seguidores. Tiene un público excepcional, y eso se demuestra aún más en cada Metro Festival, pero en especial en la Summer Party.
Aunque no llegamos a tiempo para la pool party, sí que llegamos para inaugurar el escenario indie con Kutxu DJ. Aunque no había mucho público y eso se notaba, Kutxu dió una lección de versatilidad creando una sesión de calentamiento para la noche que se nos venía encima y haciendo algo bastante diferente a lo que nos tiene acostumbrados en Sala Rem, su lugar de residencia.
Tras el calentamiento le vino el turno a unos desconocidos para nosotros, pero dieron mucha tralla: We Are Not Brothers. La sorpresa vino nada más empezar, cuando descubrimos que estaban proyectando la película experimental »Begotten» (un poco desagradable eso sí). Eso sumado a la música atronadora que crean nos dejaron durante casi una hora con la boca abierta.
El siguiente turno era ya el de unos veteranos y conocidos por todos: Delorean. El buen rollo que crean con su música indie pop y electrónica no lo crean muchos. Aunque ya los habíamos visto en directo y sabíamos que eran impecables, pudimos escuchar nuevos temas de su álbum »Muzik».
A la hora de Delorean la asistencia al Escenario Indie de Metro Festival comenzaba a aumentar pero nos tocaba descansar un poco y coger fuerzas para unos cuantos sets que serían demoledores.
En primer lugar el set de Matthias Tanzmann que petó el Open Air Stage a unas horas muy tempranas para la mayoría de los asistentes. El set que se sacó del brazo fue descomunal y el alemán nos dejó con ganas de más, pero nos tocaba ver a uno de nuestros favoritos: Simone.
Fue uno de los sets favoritos de la noche, de los más bailables. Su fusión de indie y electrónica nunca deja indiferente a nadie y nos hizo bailar con multitud de temazos. Sonó desde ‘Girls and Boys‘ de Blur hasta ‘Sometimes I feel So Deserted‘ de los Chemical Brothers, todo eso con una técnica demoledora, por supuesto. Su sesión quedará fresca en nuestra memoria durante largo tiempo.
Casi para terminar la noche nos encontrábamos con una de las sorpresas más grandes que nunca nos hemos podido llevar. Un set brutal de alguien que ni siquiera conocíamos y que se convirtió para nosotros en el mejor de la noche. Estamos hablando de Kreator, un todo-terreno musical que mezcla todo lo que le eches y que nos hizo bailar como descosidos. Nuestro momento favorito fue el de ‘EML Ritual‘. No le perderemos la vista, estamos seguros, y ojalá vuelva a otro Metro Festival.
Para dar por concluida la noche nos quedamos al cierre de Kuki Cristina (bueno, el cierre para nosotros, quedaba mucha fiesta por delante para el resto) y cumplió con creces lo esperado. Nos chupó las pocas energías que nos quedaban y era hora de irse.
A la salida nos esperaba un poco de lluvia y el coche sin batería. Gracias a esos desconocidos que nos ayudaron casi a las 9 de la mañana a arrancar el coche y que pudiéramos llegar a casa a escribir esta crónica. Nos vemos en el próximo Metro Festival.