Presentar a un artista que lleva más de 10 años dando conciertos por toda España como si fuera una novedad me da reparo, mucho reparo. Aun así, por el puro placer de dar a conocer a uno de los mejores cantautores de este país, hablamos hoy de Manu Míguez.
Con una vida ligada a la música desde la infancia, este artista madrileño lleva a sus espaldas 3 discos: «Años A» (2010), «Pez, Luna y Estrella» (2013) y «Dos» (2014). Se trata de trabajos breves, entre 5 y 7 canciones, pero de gran intensidad. Míguez compone a piano o guitarra, desenvolviéndose con la misma soltura tanto con un instrumento como con el otro; y así de intercalados encontramos los temas.
Más allá de unas melodías suaves y pegadizas, la música de Manu Míguez puede describirse como bonita. Es bonito escuchar su voz, dulce. Es bonito cantar sus letras, poéticas, no siempre de amor, que invitan a soñar y volar, y volar, y volar. Y todo esto manteniendo el azúcar al mismo nivel en el que se encontraba antes de darle al play. Alucinante.
La plataforma que le ha dado más popularidad, como a tantos otros artistas, es YouTube, donde acumula más de 80 mil reproducciones. Además de colgar allí sus dos últimos discos, tiene un seguido de vídeos grabados en directo en el estudio, en el escenario, en casa o en la calle. Es gracias a estos vídeos, junto con las varias sesiones en Directo en Lavapiés y Sesión de Micros Abiertos, que podemos apreciar mejor la calidad musical de Míguez, así como disfrutar de temas nuevos.
Estos 10 años de carrera le han dado la oportunidad de colaborar con una gran cantidad de artistas como Marwan o Carmen Boza, así como con la poetisa Elvira Sastre. Esta última estrenó en Barcelona el pasado mes de julio el espectáculo Acualírica junto con Adriana Moragues, y Míguez fue invitado a tocar el violín con ellas. La noche antes al gran estreno en la sala Luz de Gas, Manu Míguez ofreció un intimísimo concierto en el Astrolabi de Gràcia al que tuve la suerte de poder asistir. En un minúsculo rincón del bar, Míguez interpretó sus canciones (algunas conocidas, otras de un próximo trabajo que esperemos no tarde mucho en sacar) para 15 personas. Sí, un público de lo más reducido, entregado y, para qué negarlo, emocionado.
Porque sí, Manu Míguez es emoción, es sentimiento, es belleza, es dulzura… y nada lo resume mejor que este poema de Elvira Sastre musicado por él.
Manu me ha resutltado un placer escuchar este poema-musicado. ¡Cómo has crecido! Un recuerdo y un fuerte abrazo. Sor Teresa, tu tutora de 5º.