Ya sólo queda un año para el XX aniversario del Sonorama Ribera. Este año fuimos testigos de la decimonovena edición, y estuvo llena de sorpresas, de calor y de frío (es lo que tiene Aranda de Duero) y sobre todo de música. Mucha música.
Porque si algo caracteriza al Sonorama es la consecución ilimitada de conciertos. En palabras de Javier Ajenjo (director del festival), lo imprescindible para él es que todo el rato haya música en directo en algún lugar de Aranda.
El miércoles 10 era la fiesta de bienvenida. Pese a que no había ningún grupo importante la gente ya empezaba a llegar al camping para coger buen sitio.
Nota al festivalero del mañana: No sitúes la tienda de campaña de tal modo que le pegue de lleno el sol de la mañana. Así podrás dormir algo a partir de las 9:00 am.
A las 21:00 comenzaron los conciertos en el escenario Carson Camping. Algunas de las actuaciones fueron las de Morgan, Bozza o los argentinos Súper Ratones. Pero sin duda, lo mejor del miércoles fue el concurso de disfraces, con premio merecido para los camellos de Ciudadanos.
Llega el jueves y con él la Plaza del Trigo.
La plaza empezaba a llenarse pronto con las actuaciones de Polock, The Purple Elephants y Siloé. He de decir que Siloé me sorprendieron gratamente, consiguiendo hacer saltar a toda la plaza con buenos ritmos y energía.
La sorpresa del día fue la actuación de Miss Caffeina, que en teoría no tocarían hasta el día siguiente en el escenario principal. La gente se volvió loca -huelga decirlo- hasta tal nivel que “Plaza del Trigo” se convirtió en Trending Topic. Ya empezaba a hacerse tarde y se hacía necesario marchar a repostar energías y descansar un rato, porque por la noche venían los platos fuertes.
En el recinto tocaba Manel, porque nunca se le dice que no a empezar la tarde con música de calidad. Lo peor fue que, como al Niño de Elche, les tocó salir cuando todavía el calor pegaba fuerte. Por tanto hubo gente que no se animó a acercarse a ambos conciertos y prefirió resguardarse en las sombras.
Ya es de noche y empieza lo bueno en el Sonorama.
Empezamos en el escenario Ribera Del Duero con Quique González y Los Detectives. Yo no sé si es porque Quique es mi debilidad, si porque estar rodeada de fans suyos te levanta el ánimo, o simplemente porque sus shows son de 10, pero lo pongo en mi TOP 1 del Sonorama. Con un cartel de “La Asturiana de Zinc” colgado de una farola, cantó ‘Charo’ y todo el público se enamoró de él, de la banda y -por supuestísimo- de Carolina. La cantante de Morgan le acompañaba con esa dulcísima voz que a pesar de ser algo más soul que Quique, encajaban a la perfección. Hace tiempo parecía que después de Salitre nada volvería a ser igual, pero sin dudarlo afirmo que con «Me Mata Si Me Necesitas» lo ha conseguido con creces.
La actuación más esperada y comentada del festival era la del Dúo Dinámico. Los dos míticos empezaron cantando con Alberto Jiménez (Miss Caffeina) el hit ‘Resistiré’. Luego continuaron con esos temas que todos nos sabemos y nos sale cantar casi inconscientemente. ¡Sorpresa! Sale Eva Amaral para cantar ‘Amor de Verano’. Sin duda Eva es una fiera en el escenario y podría estar cantando ‘Paquito el Chocolatero’ que lo haría bien. De todos modos, esta moda que está cogiendo el Sonorama de llevar a viejas glorias no me termina de convencer. Suena un poco a que son el “festi que llevó a Raphael” y quieren seguir aprovechando el tirón.
Después de un parón para la cena en los foodtrucks de comida tailandesa (¿Hay alguno mejor? Yo creo que no), ya pasadas las dos de la mañana tocaba Molotov. No es que su estilo sea santo de mi devoción, y su concierto trajo bastante polémica a raíz de la letra de su canción ‘Puto’. Los que lo criticaron argumentan un mensaje homófobo que no debe permitirse en un festival (ni en cualquier otra parte). En cualquier caso, un concierto correcto y con mucha gente dándolo todo.
Los encargados de cerrar la noche del jueves fueron Fuel Fandango. Podría describir su concierto como una fiesta en las que acabas sonriendo como una boba sin saber por qué. Te puede gustar o no su fusión funk-electrónica, pero el dúo se lo pasa tan bien que lo transmiten. El resultado: un fiestón a las 4 de la mañana tanto arriba como abajo del escenario.
Se acaba la primera noche en el recinto del festival y es hora de irse a dormir. El viernes sería una larga jornada llena de sorpresas y con cantidad de grupos que no nos podíamos perder. Pero eso ya os lo contamos en la siguiente parte…