Paco León ha dado un salto definitivo para convertirse en uno de los directores de referencia del cine español con «Kiki, El Amor Se Hace«. Y es que aunque estemos ante su tercer largometraje, es el primero fuera del ‘universo Carmina’ que supuso toda una revolución tanto por su forma por su contenido, y que hizo de Carmina Barrios –su propia madre- todo un personaje de un tirón mediático incalculable. En este caso, Kiki se presenta como una adaptación a la española del film australiano «The Little Death» (2014).
El largometraje nos cuenta diferentes historias hiladas por un mismo tema: el tabú de las diferentes filias sexuales, desde el clásico trio amoroso hasta la dacrifilia -excitación por ver a alguien llorar- o la dendrofília – placer sexual por el contacto con la vegetación-, sí, así tal cual. Cinco parejas de diferentes edades y condición social coinciden en un caluroso verano en Madrid para afrontar el tabú ante aquello que le produce placer con sus relaciones de pareja, una mezcla muy equilibrada de amor-humor visto desde una perspectiva diferente.
Cabe destacar el peso en la dirección de Paco León, con unas señas que ya le van identificando con una forma de hacer propia, como esos primerísimos planos a cámara lenta y el importante acierto –con sus más y sus menos- del elenco de actores, destacando en particular una extraordinaria Candela Peña.
Si bien el sexo como argumento motor de la película podría ser un arma de doble filo, en el que el guión podría haber pecado de vulgar, el hecho de tratar el tema desde la perspectiva del pudor, queda retratado con extrema sutileza -incluso en ocasiones dando la sensación de que las historias podrían haber dado algo más de juego-.
Por lo general, Kiki es un acierto. Fresca, divertida y muy hábil combinando las diferentes historias, lo que hace que la hora y media que dura se haga realmente corta. Una gran comedia sobre sexo, con más profundidad de lo que cabría pensar viendo el tráiler, que no cae en lo vulgar y que además asegura un buen puñado de carcajadas. Muy recomendable.
Artículo original de Cristóbal Fernández para Hipsterian Circus.