Realmente llegar a un sitio casi clandestino, en una localización céntrica en la capital como es el Centro Cultural Conde Duque y encontrarte con una excelente organización de personas que te ofrecen música y cerveza en un ambiente tan íntimo y cercano, ¿qué queréis que os diga? Es para quitarse el sombrero y sentirse afortunado, cuanto menos.
Con motivo del 125 aniversario de la cerveza Mahou, fuimos invitados a un evento, el Espacio Cómplice de Mahou que reunió a dos hermanos: Leiva y Juancho. Juntos pero no revueltos confesaban que, al compartir cuatro paredes diariamente, se tenían que ver mucho las caras. Y, que aun así, no se cansaban de hacerlo. Así que, invitados por una de sus marcas favoritas de cerveza, allí se presentaron ante poco más de cincuenta personas para ofrecernos unos temas en acústico gratuita y desinteresadamente.
Personalmente, y, no sé si al resto de asistentes les ocurrió lo mismo, al ser un acústico de dos personas que tienen proyectos propios como son los grupos Pereza y Sidecars respectivamente y también carreras en solitario, esperaba que las canciones interpretadas fuesen todas suyas. Nada más lejos de la realidad. Fue sorprendente escuchar en las voces de estos hermanos canciones como ‘Ciudadano A‘ de Iván Ferreiro; ‘El caso de la rubia platino‘ de Joaquín Sabina o ‘Crímenes perfectos‘ de Andrés Calamaro.
Muy acertado el comienzo del acústico con ‘La chica de Tirso’ y ‘Animales‘ de Pereza. La ocasión requería temas rescatados del pasado que posteriormente en la pequeña tertulia, el público demandó tímidamente. Sonaron pequeños acordes de ‘Cremalleras‘, ‘Amelie‘ y una rota por el olvido de su autor ‘Terriblemente Cruel‘. Entre risas perdonamos que Leiva se olvidase la letra dos veces de su propio tema, «esto es un Alzheimer prematuro, ya son muchas giras y muchas Mahou»; es un ambiente distendido y parece que nada importa, pero me hace reflexionar acerca de la paradoja resultante de no acordarte de tu propia canción pero sí acordarte de las canciones de otros.
La Sala de Bóvedas fue cómplice, junto con nosotros, de un bonito encuentro y una exquisita atmósfera. Leiva lleva alejado un tiempo de los escenarios y respondió a una pregunta clave de un asistente acerca de su regreso. «A finales de Enero y Febrero comenzamos a grabar disco y, si todo va bien saldrá en Agosto».
La música es lo que tiene, que remueve muchas cosas, sentimientos y emociones. Que si se lleva en las venas puede hasta repartirse entre hermanos y que ambos compartan esta pasión, como es el caso de Leiva y Juancho y que, a la misma vez, nos la transmitan a los afortunados que estuvimos en ese espacio tan especial, en ese momento y en ese instante efímero con el que celebramos el longevo cumpleaños de una mítica cerveza que ya forma parte de nuestras vidas. Como la música.
«Yo sólo busco que me tiemblen las piernas, que seas de esas que nadie recomienda…»