Esto es Galicia y para no perder la costumbre decidimos que el sábado era buen momento para coquetear con las nubes y las precipitaciones. Así llegamos a Nigrán con un ojo puesto en los escenarios y otro en el cielo pendientes si descargaría o no. Así comenzó el concierto de Agoraphobia quienes llegaban desde Boiro para mostrar su propuesta garajera pero no seamos cínicos: lo primero que llama la atención de las gallegas es exactamente eso: que son ellas, es decir, un quinteto totalmente femenino, pero más allá de su sexo, este grupo llama la atención por su intensidad rock que acaricia en ciertos momentos el punk, una propuesta que en los últimos años ha recibido el respaldo al lograr premios como el VodafoneYu Music Talent, el Son Rías Baixas (ambos en 2013) o el Música Xove.
Tras Agoraphobia y sin cambiar de escenario fue el momento de los colombianos Pedrina y Río pero antes nos acercamos a la cocina de Pepe Solla donde esta vez eran Eladio y los Seres Queridos quienes se subían a tocar un par de temas. Sí, a diferencia del viernes, ahora todo iba rodado en el concierto de los vigueses: y es que está claro que los Seres Queridos ganan en las distancias cortas.
De regreso al escenario blanco Pedrina y Río hacían sonar por segunda vez en el festival el ‘Por que te vas‘ de Jeannette, desde ese momento media hora de risas, canciones de amor y mucho color. Un concierto que se convertía en la antesala de uno de los mejores conciertos del PortAmérica 2015: Arizona Baby.
Y aunque haya que bajar hasta la tercera fila para leer su nombre Arizona Baby son un valor seguro en esto de la música. La banda comandada por El Meister ha vuelto, una vez más, a salirse con la suya y a conquistar Galicia. Cada vez que salen a un escenario como el de PortAmérica pienso lo mismo “tres tíos en un escenario tan grande y se les queda pequeño”, viajes por la psicodelia a través de los dedos del Señor Marrón, recuerdos a Polea Jones e ideas para crear a nuestro propio dios… todo eso y más podemos encontrar en un concierto de los vallisoletanos.
Y si de barbas va la cosa, en el escenario blanco nos encontramos esta vez las de Tony López quien con su vozarrón capitanea a The Soul Jacket. Elegantes, honestos, con un estilo definido y posiblemente desconocidos para la mayoría, a nosotros consiguieron transportarnos Woodstock pero no, no a ese revival organizado por snobs, no, al de verdad: al de 1969 cuando Joe Cocker (del mismo corte de voz que Tony López) cantaba aquel ‘With a little help from my friends‘. Un concierto sensacional aunque con escasa asistencia de publico debido a lo que se estaba cociendo en las cocinas del PortAmérica.
Pero no todo el PortAmérica está en la carta o en los cronogramas de conciertos, entre concierto y concierto, subidos a las cocinas del show rocking, donde diversos cocineros presentaban sus propuestas gastronómicas para el festival, podíamos encontrarnos con pequeños conciertos de no tan pequeños artistas y claro, mientras en el escenario está The Soul Jacket, parece que en la cocina se forma un gran revuelo que convierte ese pequeño escenario de 3×3 en un altar para tríos como el de Xoel López, Pepe Solla (comisario de la propuesta gastronómica del festival) e Iván Ferreiro que convierten un cambio de escenario en algo cautivador al tocar con sus guitarras ‘Tierra‘; un trío que hace las delicias del personal alimentando, ya no sus estómagos sino eso que algunos llaman almas, un trío que se convierte en dúo cuando Pepe Solla abandona el escenario y sobre él, Ivan Ferreiro y Xoel López cantan por enésima vez ‘Turnedo‘ emocionando al público como si fuese la primera: fotos, vídeos, revuelo pero sobre todo muchas personas cantando y sonriendo, demostrando que no hace falta subirse a un gran escenario para hacer algo emocionante.
Así, diciendo adiós a Iván Ferreiro regresábamos al escenario Estrella Galicia para asistir al concierto de Jenny and the Mexicats. Para quienes no los conozcáis (como era mi caso) os puedo decir que esta banda mezcla sus raíces latinas con melodías pop, rock y soul… supongo que Jenny and the Mexicats tendrán su público pero conocedores de como de cargada venía la noche la mayoría de los asistentes aprovecharon este concierto (y las primeras canciones de Mi Capitan) para cenar y poder asistir a The Divine Comedy tranquilamente.
Y es que uno de los platos más esperados del sábado era ver en vivo y en directo a Neil Hannon o lo que es lo mismo, The Divine Comedy. La verdad es que fue un concierto especial, especial en muchos aspectos: el primero de ellos por la hipersensibilidad de los temas de Hannon y su manera de interpretarlos, un Neil Hannon que constantemente interactuó con el público allí congregado e incluso felicitó la próxima boda de uno de los asistentes al concierto (¿las despedidas de soltero/a son tendencia en los festivales? Lo digo porque en PortAmérica por lo menos pudimos contemplar a dos jaurías que despedían a sus amigos).
Pero no solo fue especial por eso, también porque buena parte del público no supo entender la idea, la forma y el tono de este concierto y se dedicó a hablar a voces haciendo complicada la escucha para el resto… y digo yo, habiendo tanto espacio en el Porto do Molle ¿porqué molestar a la gente que quiere escuchar a un grupo tan singular?
Por que sí, Xoel López tocó ‘Que no‘ y lo escribo sin anestesia, ya que leyendo las crónicas de compañeros del circo siempre se quejan que no la toca: sí, aquí en casa, en Galicia, Xoel López ha vuelto a tocar ‘Que no‘ y la gente se ha desgañitado gritando eso de «…no intentes hacerme cambiar, no me pidas ese favor…» Pero Xoel López recalaba en PortAmérica con la intención de presentar su último trabajo ‘Paramales‘ y así pudimos disfrutar de ‘Yo solo quería que me llevaras a bailar‘ o ‘A Serea e o Mariñeiro‘ (primera canción en gallego de Xoel López más allá de ciertas incursiones en el folklore con ‘A Saia da Carolina‘).
Con el regusto que deja ‘Tierra‘ o ‘Reconstrucción‘ nos dirigimos de nuevo al escenario rojo para disfrutar de otro de los platos fuertes de la noche (y es que el sábado se convirtió en una jornada de non-stop desde muy temprano) era el momento del Supersubmarina que comenzaba con un retraso considerable su concierto y que lo hacía a ritmo de ‘Cumpleaños Feliz‘ ya que Chino, vocalista de Supersubmarina, soplaba velas (y afeitaba barba).
Sin duda Supersubmarina cuenta con una gran legión de fans, la mayoría de ellas carpeteras, lo que no quita que los andaluces se hayan marcado uno de los conciertos más potentes de esta edición del PortAmérica. Supersubmarina se convirtió en una descarga de energía desde el primer instante ‘Algo que sirva como luz‘ calentó a los asistentes para destrozar finalmente sus zapatillas un par de temas más tarde con su archiconocida ‘Canción de Guerra‘: locura generalizada, chillidos, saltos, bailes… sí, Supersubmarina habían triunfado y su concierto aun no había llegado ni al ecuador. ‘Viento en la Cara‘ y ‘Arena y Sal‘ no dejaron descansar al respetable que se moría por escuchar la canción que cerró uno de los conciertos más coreados y bailados de esta edición de PortAmérica: ‘En mis Venas‘. Aunque Chino cumpla años, Supersubmarina está muy en forma.
Para muchos el PortAmérica 2015 llegaba a su fin aún a falta de dos conciertos: Is Tropical quienes acercaron a Nigrán su sonido electrónico y esa propuesta irreverente que los caracteriza, un público que no dejó de bailar durante en concierto de los londinenses y que disfrutaba de ‘Dancing Anymore‘ como si fuese la última canción de sus vidas. Tan solo quedaba Gato TV pero nuestra cabeza estaba ya en el domingo, en la mañana del domingo, en el despertador a las 09.30 y en las menos de 5 horas de sueño que quedaban por delante.
Llega el momento de hacer valoraciones: PortAmérica se confirma como uno de los mejores eventos musicales del noroeste (con el permiso del NOS Primavera Sound en Porto), un festival que crece año a año aunque con la lástima que el PortAmérica parece seguir la tendencia a incluir algún grupo que poco o nada tiene que ver con el genero que forma su grueso. Un festival que deja satisfecho a la mayoría del que a él se acerca y un gran sabor de boca cara a la edición de 2016.
Mención especial al cuidado que la organización del PortAmérica ha tenido con los aseos: limpios, perfumados, con papel y agua en cualquier momento. Sí, parece lógico pero no siempre sucede y son estos, los pequeños detalles, los que hacen agradable y acogedor un festival.