«Digo lo que me da la gana, cuando me da la gana«. Con esta firme declaración de intenciones Los Planetas ponen letra a una melodía pegadiza y enérgica que, según dicen, lo tiene todo para convertirse en un hit: «El duendecillo verde«. Pudimos escuchar este tema el jueves, durante el programa de radio Disco Grande (Radio 3), conducido por Julio Ruiz. Ha sido el último en ser presentado de los cuatro cortes que componen el nuevo EP de la banda granadina, el cual lleva por nombre «Dobles fatigas«. Y es que si hay un grupo que puede permitirse la licencia de hacer las cosas a su manera, cuando y como quieran, son ellos: Los Planetas.
Cinco años desde la entrega de «Una ópera egipcia» y las expectativas son altas. Durante este tiempo se ha mantenido el secreto cósmico, pero por fin la semana pasada los planetas se alinearon, sin que ninguno lo viera venir, y cuatro meteoritos cayeron sobre la Tierra, con un golpe certero y contundente, desequilibrando las fuerzas a nuestro favor.
Lo dicho: alta la señora, altas las expectativas. ¿Qué sonido tendrá el disco? ¿Seguirá la estela del último? ¿Volverá el grupo a sus inicios? El nuevo trabajo ha sido entendido como un proceso de reconciliación y conjunción de todas las etapas. Si en enero J acudía a un coloquio en La casa del lector de Madrid, moderado por Santi Carrillo (Rockdelux), en el que aseguraba haberse olvidado de sus inicios, de los sentimientos que le llevaron a componer cada una de sus canciones, parece que J ha vuelto a rescatar el sonido más popero, ruidoso y psicodélico. Eso sí, sin perder la inspiración flamenca, la cual pone las notas a «Heroína«, mientras que «Motores de combustión» recuerda a la etapa de «Una semana en el motor de un autobús» (la aproximación es evidente).
En cuanto a la temática, Los Planetas han hecho en este nuevo disco un barrido. Sus letras ambicionan el cosmos, pero se alimentan de la debilidad intrínseca en la condición humana: el amor. Los temas son ordinarios, mortales: enamoramiento, desengaño amoroso, drogas y vacío existencial. Toda la complejidad está en el trabajo compositivo, tanto de las melodías como de las letras. Decir que no se entiende a J vale como broma, pero evidencia que uno tiene pocas ganas de saber y se corre el riesgo de ahogarse en la vaguedad de lo superficial y lo ornamental. Incluso que uno interpretó el Romanticismo como una corriente extinta y no como una forma de entender la vida, en la que las emociones son el motor de acción por encima del raciocinio. Los guardianes de la galaxia, J y su séquito, son los demiurgos, los creadores no del mundo, sino de algo mucho más vasto: el toxicosmos. J se desprende de lo antiguo para poder crear lo único. Y en esto también es un romántico. Los Planetas retratan lo mundano después de haber hecho el viaje a años luz de aquí, que es donde encuentran su sonido.
Así pues, «Dobles Fatigas» es eso: todas las épocas que han atravesado como grupo recogidas en un mismo álbum. Las nuevas canciones no hablan de nada que no hayamos escuchado antes, ni tienen un sonido diferente al que haya sonado en alguna otra de sus etapas, pero con Los Planetas hay un factor adictivo que juega a su favor: y es que siempre queremos más. Es por eso que nada está mal y todo es poco. Su música funciona como un parche.
Si decimos que «El duendecillo verde» lo tiene todo para ser un hit, tal y como parecen haberlo orquestado Los Planetas al presentarlo el último, pero abriendo disco, «Motores de combustión» es el primer tema que escuchamos y el que contiene el sello planetario, quizás por ser el más vinculado a la etapa del toxiscosmos. Segundo corte, segundo premio. «Al final tienes que reconocer que yo tenía razón, que eras tú quien iba a partirme el corazón«. Una vez más no nos queda más remedio que rendirnos ante la evidencia de lo que todos hemos sentido, de lo que duele y de lo que pasado un tiempo recompone. El momento en el que la conociste fue el instante más real que has tenido en mucho tiempo, en el que sin quererlo reconectaste con un sentimiento que dabas por perdido: la ilusión de algo que está por empezar y la esperanza de que quizás esta vez salga bien. Claro que luego el que acaba jodido eres tú. Cuestión de lógica planetaria.
«Le echaste gasolina a mi coche diesel y fui yo quien tuvo que pagar la reparación«. «Motores de combustión» finaliza con un regreso a lo ordinario, a lo de cada día, a lo mecánico y a lo que es susceptible de fallo, pero con un poder simbólico demoledor: el motor diesel cuyas bujías bombean en el centro del pecho.
Los Planetas entregan EP en formato físico el 4 de mayo, aunque se puede escuchar online desde el 10 de abril en la página web oficial del grupo (escúchalo aquí). Además ya está disponible el servicio de preventa del CD y el vinilo.
Así mismo ya se pueden conseguir las entradas para la gira «Dobles Fatigas» en Granada, Madrid y Barcelona. Si también piensas que Los Planetas son un Himno Generacional, corre a por ellas (las de Madrid ya están agotadas).
GRANADA– 9 de mayo, SALA REVERT
MADRID– 15 de mayo, SALA BUT (AGOTADAS)
BARCELONA– 22 de mayo, SALA APOLO
BENICÀSSIM– 18 de julio, FIB
Las entradas están disponibles en El Portal del Primavera Sound, Ticketmaster y Atrápalo por 25 euros la anticipada y 30 en taquilla.
No sabemos si ha sido a raíz de la letra mordaz de «El duendecillo verde«, pero el artwork de Al Barrionuevo al estilo de los superhéroes de Marvel les ha dejado la cara muy guapa a los cinco intergalácticos. No habrá un patético final para Los Planetas.