enero 24, 2025

Carmen Boza hace doblete en Madrid

La voz cantante la tienen ellas. Artistas que componen y cantan en inglés como Anni B. Sweet, Russian Red y Maika Makovsky; y en español como Zahara, Christina Rosenvinge y Helena Goch entre otras.

Autodidacta, perseverante y luchadora. Lleva componiendo y tocando canciones más de cinco años, haciendo videos de andar por casa, en su habitación y colgándolos en Youtube. Mucho trabajo y esfuerzo la han llevado hasta hoy, hasta “La mansión de los espejos”. Su segundo disco que la ha catapultado como una artista revelación en el panorama de la música femenina española. Carmen Boza.


Le cuentan hace un año que iba a llenar dos noches la sala Sol y se hubiera echado a reír. O no. Porque al fin y al cabo esto estaba en su mente como un sueño, una ambición. Al margen de discográficas, ha ido ascendiendo a pasos de gigante de la mano de redes sociales y fans que son los que le han dado todo el apoyo y éxito. El año pasado tuvo un sonado crowfounding para financiar su disco y los mecenas le ayudaron a reunir con creces el presupuesto establecido. Pues bien, lo ha conseguido. Dos sold outs consecutivos en la sala madrileña. 
Respaldada por grandes teloneros: Sonograma y Mr. Marshall, llegó con su banda y su guitarra a la espalda que siempre le acompaña. Antes de pisar el escenario ya sonaban los primeros acordes de la canción que da título al disco precedida por Culpa y Castigo, coreada por todos los presentes en el Sol, “la culpa la calma el castigo”.
Dedicatoria especial con motivo del Día del padre sustentada con El Mayordomo y seguida por una de las canciones más antiguas del disco, el Ejército.
Las traiciones, engaños y falsedades tomaron forma con Desconocidos, donde sacamos la rabia con Boza.
No sólo estuvieron presentes las trece exquisitas y brillantes canciones que componen su disco debut; también hizo mención al anterior “Rollitos de primavera” con Fugarme contigo y Restos de mi verano. El amor en todas sus vertientes se puso de manifiesto con Amante Religiosa.
La melódicamente soberbia Octubre estaba esperando para despedirnos con ese jugoso juego de palabras y un riff bien marcado y pegadizo de guitarra, para así dejarnos con el sentimiento a flor de piel y ganas de más, por si no habíamos tenido suficiente Boza en dos noches seguidas.
Este disco es un punto de partida de una artista que nunca va a dejar de hacer música, porque la música es el lugar donde ha decidido estar. La clave al fin y al cabo está en sus dedos y su guitarra esperando a que suene la nota adecuada y la voz estalle en forma de una nueva canción.

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