El fin de Breaking Bad nos dejó un vacío interior que muchos, en principio, rellenamos con la noticia de que la serie tendría su propio spin off: Better Call Saul. A ese subidón le invadió pronto cierta incertidumbre: ¿no mancharemos el fenomenal y bien cerrado universo de Walter White? Y se alimentó la duda: ¿es necesario hacer un spin off? El paso del tiempo nos convenció, al menos a nosotros de que sí era necesario. Primero, porque Vince Gilligan y Peter Gould merecían la oportunidad de seguir contando historias en ese ecosistema tan atractivo que crearon durante cinco años. Y segundo, porque si había un personaje en Breaking Bad que permitía este corta-pega era Saul Goodman, del que sólo conocíamos su habilidad para llevarse bien con criminales como Heisenberg y para, si fuera necesario, sobrevivir al Apocalipsis. ¿Quién era Saul antes de conocer a Walt y Jesse? ¿Cómo un abogado de teletienda como él había conseguido codearse con peces gordos? De esa curiosidad se aprovecha Better Call Saul, un estupendo heredero de Breaking Bad.
Better Call Saul no es Breaking Bad. Y no lo va a ser. Saul Goodman no es Walter White. Y no lo va a ser. Dejemos meridianamente claro estos dos asuntos porque la nueva serie de AMC no puede ni debe competir con su predecesora, aunque ya os adelantamos que las vamos a comparar mucho a lo largo de la temporada, en especial en estos primeros capítulos. Better Call Saul será una serie estupenda por sí misma, porque Saul Goodman desborda carisma y porque Peter Gould y Vince Gilligan son muy cracks, pero lo será mucho más si la entendemos como una extensión a la experiencia de ver Breaking Bad.
De seguir la línea de los primeros capítulos, no es que el spin off vaya a estar cargado de referencias a la ficción que protagonizaron Walt y Jesse, que sí, es que será imprescindible haber visto la primera para disfrutar de la segunda. Imaginad a algún novato viendo el primer capítulo (brutal la tensión y la intriga con esa fotografía en blanco y negro de los primeros minutos) junto a un fan de Breaking Bad y pensad en la reacción de uno y otro al ver al gran Tuco Salamanca sacando la cabeza al final del mismo. De hecho, para el novato ni sería Tuco, sólo Mijo. Ambas series comparten localización (Albuquerque, cómo te hemos echado de menos), comparten personajes y comparten creadores, así que es muy evidente que se van a parecer y que vamos a establecer muchos paralelismos, así que el gran reto para Better Call Saul será crear su propia identidad, algo que ya ha empezado a hacer.
No queremos adelantar nada de lo que va ocurriendo en esta primera temporada, sólo decir que James McGill empieza siendo un abogado al que no le van muy bien las cosas (muy curioso donde tiene el despacho) que trabaja como abogado de oficio y que poco a poco, aunque al principio es reacio a ello, se va involucrando en negocios turbios con la mafia y acabara llamándose Saul Goodman.