septiembre 19, 2024

El amargo pero dulce sabor de Band of Skulls

Tras el intento frustado de ver en directo a Band of Skulls en enero, La Riviera se convirtió en el escenario sobre el que la banda inglesa presentó su último trabajo: «Himalayan» (2014). 
Light of the Morning se convierte en el grito de bienvenida de Band of Skulls. Deciden apostar por un clásico de su primer álbum, un gancho eficaz, pues la melodía va cargándose y cogiendo velocidad de forma progresiva. La sesión de calentamiento perfecta. 
El single homónimo de Himalayan suena a continuación y cuando termina, Russell se dirige por primera vez a nosotros, apartándose a un lado su melena rubia: «Estamos contentos de estar de vuelta en Madrid. Vamos a tocar tantas canciones como podamos«.  No es la proposición más excitante que nos han hecho, pero la promesa de que no se limiten al repertorio de Himalayan nos alegra. 
A esto le siguen algunos temas de «Baby Darling Doll Face Honey» (2009) y «Sweet Sour» (2012): «Bruises«, «Patterns» y «Sweet Sour» entre los hits.

Un concierto en el que la batería se hizo dueña de la escena, poniendo la fuerza y el ruido que les faltaban a unos impecables pero demasiado correctos Russell y Emma. Las gotas de sudor cayeron sobre los tambores de Matt, mientras que la laca de pelo de Russell probó su eficacia. Emma tampoco sintió la necesidad de deshacerse de su americana en ningún momento, que junto a su camisa blanca y el corte recto de su melena negra recordaban a la rockera Patti Smith en «Horses».  
La voluminosidad del directo llegó a su máxima expresión en «Asleep at the Wheel» y los temas que lo siguieron. Rock en estado puro. Un imprevisto cuando la bota de cowboy de Emma golpea el pedal una y otra vez y no consiguen arrancar. Russell se disculpa y la gente aplaude. Esto solo puede significar algo bueno. Retoman la canción y las sonrisas de complicidad entre ambos son el reflejo del buen entendimiento que existe entre ellos. «Death by Diamonds and Pearls«. 

Deciden jugar al falso final con «The Devil Takes Care of His Own«, para volver con fuerza consiguiendo la entrega total del público con «I Know What I Am«. Los brazos de todos apuntando hacia el escenario, cantando con ellos su pegadizo estribillo: «It’s alright, it’s ok…«. La cavidad torácica nos retumba con el volumen de los bafles. Por fin estamos sintiendo cosas. 

La esperada y divertida «Hoochie Coochie«, prefacio del final de concierto, y Band of Skulls deciden acabar con «Hollywood Bowl«.

El grupo pone así fin a su paso por España, con una asistencia que no satisface del todo las expectativas y sin una setlist que contentara a todos. Desde luego no salimos con la sensación de haber escalado el Himalaya, pero de forma involuntaria estuvimos dando el coñazo con la letra de «I Know What I Am» durante el resto de la noche.

Fotos por: Enrique Millán Fuentes-Guerra

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