enero 18, 2025

The New Raemon o cómo sonar diferente pero igual de bien que siempre

Volvió Ramón Rodriguez a los escenarios como The New Raemon. Esta vez muy bien acompañado y con un discazo bajo el brazo. Mucho se está hablando estas semanas de su Oh, Rompehielos y es que este último trabajo, fruto de un inusual parón de 2 años en su carrera, está siendo comparado, y con razón, con su aclamado primer trabajo A propósito de Garfunkel. El directo estuvo a la altura de lo que nos tiene acostumbrado. Guasa, buen ambiente y temazos, sobre todo mucho de estos últimos.
La presentación de su trabajo estaba enmarcada en el festival Microsonidos, cuya casa es la sala 12&medio. Para muchos, la sala de medio aforo con mejor sonido de España. Solo hay que pasarse por allí para comprobarlo. 
La mecánica de este festival consiste en traer a grandes artistas del panorama nacional (internacional a veces) para que acompañen a los grupos más destacados del momento en la escena musical murciana. Esta noche el turno fue para The Stuffs, que también presentaban trabajo esa noche. Su primer largo,  A fate with no name. Es una banda formada por cuatro chavales jovencísimos que ya saben desenvolverse bastante bien, pero a los que se les ve más inmadurez compositiva que ejecutora. Su sonido recuerda mucho a bandas de los 60 y 70 y da la sensación de que solo es cuestión de tiempo que nos sorprendan con un nuevo trabajo que suene más a ellos y menos a sus influencias. 

No tardaron en subir al escenario Ramón y los suyos, que arrancaron interpretando el Oh, Rompehielos casi en su totalidad y en el mismo orden que en el disco. En ese primer set pudimos ver a un Ramón más sosegado, con la guitarra española siempre a cuestas. Ese es el sonido que prima en su nuevo disco y se notó también en el directo. Un trabajo lleno de temas más luminosos que la media de canciones que suele componer el autor catalán. Destacó una interpretación impecable e intensa de El Yeti, que arrancó muchos aplausos en la sala. También se metió al bolsillo al público con su primer single La reina del Amazonas
Una vez despachado el compromiso promocional de su nuevo álbum, empezó a soltarse algo más en su ya conocida faceta de monologuista y empezó a saltar de disco en disco ofreciendo un catálogo de temazos al alcance de pocos artistas contemporáneos. Los asistentes pudimos disfrutar de temas como Risas enlatadas, Sucedáneos, Lo bello y lo bestia, Hoy estreno o La siesta. Vamos, que hubo calidad y cantidad. Creo que se llegaron a tocar 30 canciones aproximadamente. 

Tras la insistencia de algunos fans pesados y mal informados, el propio Ramón avisó de que no iba a tocar ninguna canción que no fuera suya. Ese recado iba, por supuesto, por Te debo un baile. Y justo cuando acabó la ronda de temas, se marcó un monólogo pre bises y terminó con dos de sus estandartes: La cafetera y Tú, Garfunkel. The New Raemon volvió a traernos lo de siempre, pero también algo nuevo. Y eso nuevo es de lo mejor que ha hecho hasta ahora.

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