septiembre 9, 2024

Grandes leyendas de muerte entre canciones

Vale, aceptamos que Elvis está vivo como cantó Calamaro, pero la mayoría de leyendas no corrieron la misma suerte y es que el tiempo pasa para todos. Queremos hacer un remember sobre muertes de estrellas musicales y no hablamos de lo que pasó con Raphael unos meses antes del Sonorama 2014 aunque aún algún retardado (en el mejor de los sentidos) se sobresalte al ver en twitter algún eco de aquello.

Es difícil saber de dónde salen las causas de muerte «oficiales» que rondan por Internet pero lo que sabemos seguro es que la mayoría de ellas no salen de fichas policiales. Podemos encontrar de todo en la red, pero tampoco vamos a hacernos los modernetes y hablaros de la leyenda urbana de Sixto Rodríguez quemado vivo sobre el escenario cuando en realidad simplemente se retiró de la música profesional.

¿Por qué? Porque vimos «Searching for the sugarman» la semana pasada y no vamos a ser más papistas que el Papa. Además, quitando el postureo, a la inmensa masa que nunca ha oído a Rodríguez no le interesa cuando cuentan cómo murió.

Vamos a tirar para clásicos mas asequibles y conocidos por la mayoría, como Bob Marley, que no murió de cáncer de pulmón por fumar como muchos creen, en algunos casos se adorna la historia justificando el cáncer con alguna tinta cancerígena en el papel para fumar usado. Bob Marley murió a los 36 años por un melanoma maligno en el dedo gordo del pie, poco común entre pieles oscuras pero no hay que olvidar que el padre de Bob era blanco y la genética no perdona.

Otro caso, no menos curioso fue el de Brian Jones. El 8 de julio fue despedido por The Rollings Stones, aunque se seguía quedando con el 20% de sus beneficios, además de seguir teniendo los derechos del nombre del grupo. El 2 de julio por la mañana, según informe policial, Mick Jagger y Keith Richards fueron a visitarlo para pedirle los derechos del nombre del grupo con un papel que se negó a firmar. Por lo que Keith, que lo odiaba desde que Brian le dio una paliza a Anita Pallenberg, lo amenazó con un cuchillo. La cosa no fue a más porque el resto puso tierra de por medio. Esa misma noche, su novia se lo encontró bocabajo en la piscina. Barajaron como posible causa de muerte las drogas y el alcohol que solía consumir pero los análisis demostraron que no había ingerido lo suficiente como para causarle la muerte. Poco después de su muerte, desaparecieron de casa de Brian efectos personales, maquetas, muebles.. Se dice que el autor del robo fue un ‘enviado’ de los Stones, Tom Keylock, y poco después quemó en el jardín varias pertenencias de Jones. También colaboró en el robo Frank Thorogood, al cual Tom Keylock siempre acusó del crimen y llegó a decir que Frank lo confesó antes de morir. Pero hay algo ahí que se nos escapa y nos impulsa a preguntarnos la verdadera causa de su muerte.

John Bonham, por su parte, murió a los 32 años en la mansión de Jimmy Page en Clewer, Windsor por aspiración de vómito tras ingerir más de 40 vasos de vodka en menos de 12 horas. Hay quién dice que prefirió morir a desperdiciar una sola gota de alcohol.

También encontramos el caso de Marvin Gaye, que a los 45 años recibió varios disparos en el pecho con  una escopeta tras una acalorada discusión con su padre, supuestamente por detalles de su fiesta de cumpleaños, que se celebraría días más tarde.

Uno de los grandes misterios de las muertes en la música es, sin duda, el caso de Jim Morrison. La última noticia acerca de su muerte data del recién terminado 2014, cuando Marianne Faithfull declaró que fue su ex, el camello de las estrellas, Jean de Breiteuil quien lo mató accidentalmente tras hacerle una visita en el apartamento que residía Jim en París con Pamela Courson.  Aunque también muchos pensamos que esto no fue más que una artimaña de Marianne para promocionar el disco que acababa de publicar. Las hipótesis que rodean su muerte son variadas, van desde la sobredosis hasta el ahogamiento en su bañera, pero lo único cierto es que parece que nunca lo sabremos.

Por último tenemos a Syd Barred. Según diversas fuentes, era esquizofrénico y mantenía una estrecha relación con las drogas psicodélicas, hasta tal punto que lo volvieron intratable, causa de que lo echasen de Pink Floyd. Pero esa no fue la causa de su muerte, después de esto, Syd sacó dos discos en solitario donde colaboraron varios miembros de Pink Floyd, luego desapareció de la escena pública y hubo habladurías que confabularon con su muerte y múltiples causas. En 2006, su hermano Alan confirmó que se había muerto a causa de una complicación de la diabetes que padecía.

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