Y quien dice Subterfuge, dice El genio equivocado, que este fin de semana hará las dos semanas de celebración de su quinto aniversario. Pero vamos, que nos quejamos porque vamos de indies atormentados, pero que está pero que muy bien. Surtido ibérico de grupos de música independiente, conciertos para beber birra y mover el piececito (en el barómetro indie, esto es estar gozándoselo bastante, aclaro), y sesiones de dj para los gin tonics.
Durante cuatro días, del 14 al 17 de enero, la sala Costello de Madrid, con su nada pretencioso escenario, se convirtió gracias al talento y a la pasión de los músicos respaldados por Joan Casulleras y Rafa Piera (lo que los hace a ellos igual de talentosos y apasionados), en un gran festival. Esta vez pero, sin pulsera.
Estos son los aciertos, día a día, de un genio equivocado:
X-14 Algora+La evolución del hombre al pájaro+Algora Dj set
Algora apostó más por la guitarra que por la electrónica, que se reserva para el concierto de después. Esto hizo que se mostrara más reflexivo, más íntimo y tranquilo… quizás demasiado tranquilo.
Tras hacer un repaso de sus temas más populares, Víctor nos dice que no se despide de nosotros porque vuelve encarnando a un pájaro.
Reaparece cambiando el negro de su camiseta y su gorra por una camisa blanca abierta, con estrellas azules que lo hacen más fresco y popero. Acompañándolo, un crack de los sintes, que gozándoselo en su propia fiesta, pilotando los mandos de su propia nave, adorna con sonidos electrónicos las letras pop de Víctor (te odio… te amo… te cuelgo… te llamo…). Ya lo queremos un poco más. Sobre todo cuando por fin lo vemos moverse sobre el escenario, mientras alterna guitarra eléctrica y teclado, marcándose unos revers muy locos.
Todavía sin muchos temas que presentar de La evolución del hombre al pájaro, Víctor pregunta al final de su concierto cuál queremos que repita, porque más canciones ya no tiene. Oh, vaya.
J-15 Cómo vivir en el campo+Burrito panza+Pin&Pon Djs
Cinco minutos después la melena rizada de Pedro Arranz avanza entre el público, sube al escenario, se coloca al hombro su guitarra, y su camiseta corta se acorta todavía más. Mientras afina no nos quiere aburridos. Después de un «aupa Atleti» y sin levantar la vista de las cuerdas, pide un aplauso para Joan y Rafa, que están de celebración.
Empieza el concierto con la melodía melancólica de «Escándalo en la playa«… En verdad solo jugaban con nosotros. Después no hubo un minuto más para el baile lento y la sonrisa triste. Cuando suenan los últimos acordes, Pedro rasca con fuerza las cuerdas y nos demuestra que sus letras poperas y el rollo surfero no están reñidos con la rudeza y la electricidad propias del rock. Pedro y Carlos, a la batería, van en sintonía, poniendo velocidad a la noche. Pero Miguel López (bajo)… Él es más tranquilo.
Y por fin suena «Perdido«, canción que aprovecha Pedro para coger la pandereta mientras canta, para luego abandonarla a la fuerza de la gravedad y recuperar el sonido eléctrico de su guitarra.
«Ya ha acabado el partido, ¿no?«. El público asistente ha florecido en el campo subterráneo de la sala Costello. Y para regalarnos los oídos «La perla del pacífico«. Así es CVEEC, te plantan un océano en medio de un prado y te sacan una perla de la tierra. Buenrrollo.
De repente Pedro se marca un «Cumpleaños feliz» con un solo de guitarra propio del rock más underground. Sus compañeros miran divertidos su ida de olla. Él va a su rollo… «Por si no os habíais dado cuenta, era el Cumpleaños feliz«. Gracias, Sara.
Y Javi de Cosmen Adelaida sube con su guitarra a tocar «Oro graso«. En ese punto Miguel ya ha abierto los ojos e incluso se atreve con los coros (solo vacilamos: es un crack).
La presencia de Begoña obliga al bajo a posicionarse en un segundo plano y la misma guitarra que ha utilizado Javi pasa ahora a manos de Ella, que pone el toque de dulzura a la noche con «Cuando el sol».
El final de concierto es grande. Pedro quema las cuerdas, abrazando con todo el cuerpo su guitarra. Su camiseta corta por debajo de las axilas. De espaldas al público, su melena flota en el aire de la sala. Derroche de energía final. El río desbordado. La sala llena.
Por su lado los de Albacete subieron al escenario para presentar su segundo álbum: Una familia desestructurada. Después del protocolo oficial de felicitaciones y agradecimiento a la discográfica, comienza a sonar «Las reglas del mal«, de su primer disco (Solo y mal acompañado). Le dedicaron una canción a su amigo Algora, «La vida es un loop«. Y así siguieron varios temas, también del primer disco, como «Tu lado salvaje«. Aunque la verdad sea dicha, se hubiera agradecido ver algo de ese lado salvaje sobre el que cantan, puesto que tras CVEEC el listón estaba bastante elevado.
Lo peor: (para Burrito Panza) que Cómo vivir en el campo actuaran primero.
Lo mejor: lo que ocurre cuando dejas a Pedro intimar con su guitarra.
V-16 Les sueques+Cosmen Adelaida+Kerman Dj
S-17 Murciano Total+Las ruinas+Nacho Ruiz Dj
Cuando Eduardo deja de cantar, la melodía de la canción anterior se disuelve con la siguiente, por lo que no tenemos un solo momento de bajón. Heavy-pop en estado puro, el sonido de lo oscuro y el pop ruidoso.
Entre la tracklist de la noche: La radio ha muerto, Este espíritu, No es por ti, Cansado de mí, Chica fiestera e Insecto (de sus discos anteriores) y presentando «Toni Bravo» suenan: Ramón y Cajal y El Olivar.
Destacan:
–Secundarios del mundo, Uníos!, en la que la gente se lanza a hacer pogo en el centro de la pista. ¿Sabes esto que te molesta que te lluevan codillazos? Nah, aquí no hay de eso.
–Cubata de fairy que dedicaron a Los Punsetes, que estaban dando un concierto esa noche en Joy Eslava y cuya letra irónicamente canta «Te odio cuando tienes éxito«.
–Cerveza Beer, que reconstruye cualquier noche de cerveza de paqui por Barcelona, recorriendo sus calles y sus bares. Ains.
Y cuando ya hemos mutado a seres etílicos, que ni un cubata de Fairy y sí mucho disolvente para los litros de birra que llevamos en el cuerpini, Las Ruinas deciden rematar con Ovni.
Lo peor: la cantidad ingente de genios en la sala. Desde luego no fue un acierto meternos a tantos en el mínimo espacio de la sala subterránea del Costello Club.
Lo mejor: la camisa de Jaime luciendo a todos los hijos de Rodolfo Langostino. Amor del bueno.
– Fotos: Hugo Nakamura.