Owen Pallett es
probablemente uno de los mejores músicos del panorama actual. Y es consciente
de ello. El pasado viernes aterrizaba en Madrid para regalarnos la primera de las
tres citas españolas en las que presentaba In
Conflict, su último trabajo, en el que ahonda en su propio conflicto interno para hablar de su
relación con la masculinidad, con el patriarcado o con la homosexualidad.
entra en escena en el Teatro Barceló y comienza su actuación con That’s When The Audience Died, del álbum
Has a Good Home, su primer trabajo,
cuando aún firmaba sus canciones como Final
Fantasy. Curioso título para abrir un concierto en el que sin duda las
mentes de los asistentes volaron muy lejos a tan solo media canción desde el comienzo.

anteriores giras; un cambio de look que va bastante de la mano de este nuevo
trabajo, que sin duda marca su entrada en la madurez artística. Tras el primer
tema, aparecen los miembros de su banda, que han grabado el disco con él: Robbie Gordon (batería) y Math Smith (bajo). No acompañan a Owen
todo el rato, pero cuando no lo hacen, su ausencia no se nota en exceso, porque
él sólo es capaz de llenar todo el escenario. Su magia brota de él y repta por
toda la sala para hacer mella en cada uno de los entregados asistentes. Song for Five and Six, es uno de esos
momentos mágicos, donde Owen toca el violín, a veces como violín, a veces como
guitarra, toca el teclado y canta, superponiendo capas musicales con los
pedales.
levante pasiones. Es entonces cuando, hacia mitad del concierto alguien grita “It’s my birthday, but I love you more!”
Por un momento pienso que he sido yo el que lo ha gritado, ya que también es mi
cumpleaños, pero no, la voz viene del fondo de la sala. Pallett toca entonces This
Modern Love, haciendo una gran versión del ya de por sí gran tema de Bloc Party, tras la que desea feliz cumpleaños
al espontáneo anterior. Es fácil ver si un artista disfruta con lo que hace a
través de sus interacciones con el público, y en este caso está claro que es
así, ya que todo el rato se muestra seguro, hablando y haciendo bromas con los
asistentes.
Durante todo el concierto, Pallett pasa con una facilidad pasmosa de las melodías
electrizantes que dejan al público sin mover un músculo a los golpes de efecto repentinos
que desembocan en una suma de gritos y silbidos de ovación.
cuando toca Lewis Takes Off His Shirt,
de su anterior álbum, Heartland. Owen y los suyos terminan y se marchan
rápidamente del escenario, dando por concluido un espectáculo cuyo único fallo,
a mi juicio, es haber durado demasiado poco.
Como curiosidad, mencionar lo que tuiteó Pallett el día después del concierto:
“El show de anoche en Madrid fue muy divertido, desde el escenario pudimos contar tres magreos en un momento dado eso está bien así es como debería ser”