Noche de indios y vaqueros “de la voz” de Red Buffalo y Corizonas. Una perfecta sintonización entre ambos grupos que atrajo tanto a los “hipstéricos” como a los amantes del western. Barbas pobladas, camisas de cuadros, sombreros de vaquero, hebillas estrelladas y botas de piel, poniendo el toque estético y el color a la música de toda la vida: el country, el folk y el rock americana. Su puesta en escena y estilo musical nos transportaron a una cantina del antiguo Oeste, no solo sobre el escenario, sino también en la platea de la sala Joy Eslava, donde no faltaron parejas haciendo el baile cruzado de brazos típico de las tabernas de vaqueros.
Los primeros en actuar fueron Red Buffalo, ganadores del concurso de bandas organizado por la Monkey Week y la marca Gibson, como teloneros de Corizonas. Con un EP ya en la carretera, “Sounds of Nature”, grabado en 2012, Red Buffalo actuaron en el Arenal Sound 2012 y desde entonces no han dejado de dar conciertos por todo el territorio español. Tres guitarras (que incluye al cantante), un bajo y una batería. Este último estaba en calidad de sustituto del batería habitual del grupo, como reveló el cantante hacia el final del concierto, presentando en escena al músico lisiado, que no pudo resistirse el impulso de cantar con el resto de la banda una de las canciones, haciendo el acompañamiento de percusión y los coros.
Estos chavales estuvieron a la altura del evento, con una puesta en escena cuidada y en conjunción con el estilo Corizonas, amparados por el misticismo y la espiritualidad del busto de un indio que llevaron consigo al escenario, y en cuyo universo western quedamos atrapados por la voz rota del cantante y las melodías rockeras. Una propuesta musical que bebe con maestría de la tradición norteamericana, logrando originalidad y autenticidad en el panorama indie nacional.
En estos momentos se encuentran grabando en Gandía (Valencia) su segundo álbum.
Sin embargo, la noche era para Corizonas,
banda formada por la unión que por una bendición divina se forjó en 2010 entre Los Coronas y Arizona Baby. Tras su gira conjunta de “Dos bandas y un destino”, decidieron en el verano de 2011 formalizar su casamiento con “The News Today”, un álbum de temas inéditos convertido en una crítica de la situación social y política actual, como bien puntuó Javier Vielba antes de lanzarse a cantar “Thieves and Liars”. Notable el protagonismo de los visuales en el concierto, con una pantalla gigante que ponía imagen y daba dinamismo y ritmo a cada uno de los temas de la playlist.
Una banda que no conoce de jerarquías sobre el escenario, cualidad que puntualizaron en varias ocasiones, dando lugar a uno de los momentos más enérgicos y mágicos de la noche, cuando Javier Vielba se lanzó a acompañar a Roberto Lozano a la batería. Otro de los momentos estelares fue la oda a la maestría compositiva de Loza, tocando uno de sus temas, que escuchamos con la piel.
Curiosa también la sincronización rítmica entre David Krahe y Javi Vacas, guitarra y bajo respectivamente, cuyas piernas parecían seguir la misma coreografía. Así como la forma de tocar el contrabajo de Javi, punteando como si llevara al hombro su característico bajo rojo.
Uno de los momentos más divertidos fue cuando Fernando Pardo (guitarra) desplegó su carisma mediática, relatándonos la anécdota cómica que dio lugar a la canción “La cárcel de Sing Sing”, que destaca por ser el único tema cantado en castellano. Javier Vielba se resistió a cantarla en un primer momento puesto que “antes prefiero tocar en italiano que en castellano”, lo cual inevitablemente condujo al estallido de “Piangi con me”, que tuvo a un público muy integrado, interviniendo en la melodía con su “shalalala”.
“The Falcon Sleeps Tonight”, “Hey Hey Hey-The News Today” y el “Wish you were here” de Pink Floyd, como “la canción de la amistad masculina definitiva (sin roce)”, puntualización de Fernando Pardo, sonaron entre las primeras canciones del repertorio. Esto auguraba un final apoteósico. Tras el mítico “esta es la última” (codazo codazo, guiño guiño) empezó a sonar la eléctrica “Danger! High Voltage!” de Electric Six, a la vez que una lluvia de luces sumergía toda la sala en un mar de electricidad y color que invadió el escenario y arrastró a todo el público.
Un concierto único y estupendo que nos deja con la babilla cayendo hasta la salida del nuevo álbum de Corizonas, programado para el próximo año.