El sábado comenzó con un cielo azul que zanjaba las amenazas de lluvia con una barbacoa en la piscina, detalle de la organización que nos encantó. Fue todo un lujazo poder empezar el festival tranquilos, sentados, a la sombra, bien hidratados, con el estómago lleno de pinchitos, brochetas y choricitos acompañados de salsas riquísimas. Pudimos ver a muchos de los artistas que iban a tocar pasarse por allí, aunque era difícil distinguirnos unos de otro, ya que había un complemento que invadía toda la zona de BBQ: la bolsita de Inside (camiseta+ pulsera+ pegatina para crear tu mensaje).
En mitad de la digestión tuvimos que salir corriendo ante el inicio de los conciertos en el escenario Inside con Genérica. La banda sevillana, ganadores del concurso de bandas que organizó el festival, fueron los encargados de recibir a los primeros alhambeers, que corrían hasta el escenario ya aprovisionados con la cerveza que no paraba de salir de los tiradores de las barras. Los más precoces disfrutaron, además de la barra libre, también de Sexy Zebras, Neuman y Napoleón Solo.
La Silent Disco de Cervezas Alhambra fue todo un éxito, con unas colas que casi superaban a las barras nos presentaron un espacio en el que disfrutar de la música de una manera original y una degustación con la que nos ganaron.
Quizá fuese cuando le tocó al grupo sevillano cuando empezamos a ver a más gente congregada en el público. El auge de Full es algo que nadie puede negar a estas alturas y lo demostró con su actuación por segunda vez en el Alhambra Sound. Buena muestra de ello fueron todas y cada una de las canciones, que sonaron conindiscutible rotundidad y tuvieron como coristas de excepción a un público entregadísimo.
Jero Romero se encargó de llenar de buen rollo el ambiente del festival con sus acordes y fue entonces cuando empezamos a ver a más modernillos pululando por la explanada que precedía al escenario Negrita. Presentando “La grieta” y no dejando atrás canciones como “Cabeza de león” y “Correcto” arrancó cada aplauso del público.
León Benavente nos hizo entrar en el éxtasis al que nos tienen ya acostumbrados. Un enérgico Abraham Boba repasaba con rabia las canciones que sonaron a cánticos consagrados. La conexión con el público fue brutal, sumiéndonos en un fantástico “Estado provisional” del que nos costó salir. La fiesta estalló mientras sonaba la atronadora “Ser brigada” marcando el fin del concierto del grupo.
Después, le tocaba el turno a Izal, en el que quizá fuese el concierto más multitudinario del festival y para muestra las panorámicas que ya andan rulando de todo el público. Como se viene repitiendo desde el verano de 2013, el punto álgido del concierto llegó con “Qué bien”, donde todos recordamos y sentimos volver atrás en el tiempo y sólo nos concentramos en no parar de bailar un segundo.
El relevo lo cogió Second, que venían a despedir el uniforme que les había acompañado durante toda la gira y lo hicieron por todo lo alto. Invitándonos a montar en su “Montaña rusa” avanzamos entre canciones con un subidón digno de una atracción brutal. No hay duda que, vayan donde vayan, el grupo murciano gana cada vez más asiduos y estamos seguros que es gracias a su capacidad de hacer exquisito cualquier rincón.
Nadie puede negar la brutal puesta en escena que acompaña a Vetusta Morla en todas sus actuaciones, pero esta vez el sonido no fue un aliado. Aún así, no había excusa para no cantar a grito pelao’ canciones como “Autoayuda” y sumergirnos en “La deriva” a la que Pucho nos introdujo. A falta de media hora para terminar, nos encaminamos de nuevo al escenario Inside, previo paso por el divertido muro de Inside, para ver a los noruegos, Kakkmaddafakka.
El señor enchaquetado que ondea la bandera con el nombre del grupo es indicador suficiente para que todos sepamos que empieza el espectáculo. El postureo se pudo notar entonces más que en cualquier momento de la noche cuando vimos a TODO el público cantar. Que lo mismo decían “ay tochin yu, ay tochin yu, tochin, tochin” pero a ojos de la banda estaban quedando de puta madre, oye. Buen truco. El concierto de despedida de su gran gira española no quiso dejar atrás “Restless” ni “Your girl”, que si motivan en la radio, en directo ni os contamos.
Lori Meyers y Zombie Kids empezaban a la vez, provocando que los grupos se dividiesen y eligiesen entre el indie y la electrónica. Nosotros nos decidimos por los granadinos, que si bien venían respaldados por unos buenos visuales, no lo estuvieron tanto durante las canciones de “Impronta”, que parece que no termina de conectar con la gran masa. Por suerte, los clásicos nunca fallan, y de esto Lori Meyers entienden bastante. La guinda llegó con la colaboración estelar y SIEMPRE sorpresa de Anni B Sweet en “El tiempo pasará”. Pronto llegó “Alta Fidelidad” marcando el final de su actuación justo en el punto más álgido.
Los encargados del final de fiesta fueron Elyella DJs y Dani Less que nos hicieron bailar hasta el cierre en un mar de sentimientos encontrados por el inminente fin del festival y lo bien que lo estábamos pasando.Se consolida así el Alhambra Sound, festival que empezó de la forma más humilde en aquella plaza de toros con aforo reducido y que se ha convertido en un must y la excusa perfecta para visitar Granada una vez al año y cerrar la temporada estival de festivales.